En un mundo donde los trastornos de ansiedad afectan a más de 300 millones de personas (OMS, 2020), cada vez más estudios sugieren que la solución podría estar en nuestro intestino, conocido popularmente como nuestro «segundo cerebro». La creciente evidencia científica revela que la composición de nuestra microbiota intestinal juega un papel crucial no solo en nuestra salud física, sino también en nuestra salud mental. Por lo tanto, conocer más de este eje intestino-cerebro podría ser de gran ayuda para ser más feliz y productivo en tu día a día.

El intestino tiene una red compleja de millones de neuronas conocida como el sistema nervioso entérico (SNE). El SNE regula funciones gastrointestinales y se comunica con el cerebro a través del eje intestino-cerebro. Esta comunicación bidireccional ha atraído cada vez más atención como un mecanismo clave a través del cual las bacterias influyen en la salud mental (Simpson et al., 2021).

Trastornos mentales como la ansiedad aún es objeto de investigación. Sin embargo, la alteración de la microbiota intestinal —también conocida como disbiosis— ha sido relacionada con la influencia en el desarrollo cerebral, así como con la aparición de fenómenos como ansiedad, depresión, estrés, dolor crónico y función cognitiva. Estas modificaciones también afectan diversas actividades del sistema nervioso central (SNC) y estaría relacionado con enfermedades neurodegenerativas (Adak and Khan, 2019). La intervención con probióticos específicos, al restaurar la homeostasis intestinal, podría facilitar una mejora en la comunicación entre el intestino y el cerebro, ofreciendo así un método prometedor para co-tratar y potencialmente prevenir la ansiedad.

De este modo es de gran importancia que sigamos entendiendo y estudiando las relaciones del eje intestino-cerebro, ya que es evidente que están interconectados. En ese sentido, la incorporación de probióticos en la dieta es una estrategia natural, efectiva, sin efectos secundarios y multibeneficio para manejar trastornos mentales a través de la nutrición con suplementos y/o alimentos con probióticos. Las estrategias integradoras que aborden la salud mental desde múltiples frentes, tratamientos holísticos que incluyan la dieta y la microbiología serán las que posiblemente tengan mejores resultados en el futuro cercano.

Un ejemplo de cómo impactan en el cerebro los probióticos lo vemos a través de la molécula conocida como GABA (ácido gamma-aminobutírico) que tiene un papel muy importante en la regulación del estrés y el desarrollo de la ansiedad. GABA es un neurotransmisor inhibitorio principal en el sistema nervioso central de mamíferos, y juega un papel clave en la regulación de la excitabilidad neuronal a lo largo del sistema nervioso. Su función principal es reducir la actividad neuronal y ayudar a controlar el miedo, el estrés y la ansiedad (induciendo la relajación), es el que liberamos cuando respiramos profundo, meditamos o dormimos.

Adicionalmente, estudios han podido identificar que la producción de GABA la realizan algunas cepas de probióticos, por ejemplo, ciertas cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium. Estos probióticos, también hoy llamados por la comunidad científica como Psicobióticos (probióticos que confieren beneficios en la salud mental), pueden ayudar a aumentar los niveles de GABA en el intestino, lo cual a través del eje intestino-cerebro mejoran en el SNC la regulación de la ansiedad, reducción del cortisol y el estado de ánimo.

Aunque aún queda mucho investigar todos los mecanismos precisos y moleculares a través de los cuales los Psicobióticos influyen en la salud mental, sabemos que el uso de estos probióticos especializados ofrecen una vía prometedora para el tratamiento complementario y la prevención de trastornos mentales como la ansiedad, depresión y el ánimo en general. Si estás buscando alternativas de probióticos, hace poco la empresa Liva Company comunicó en el Congreso Regional de Inteligencia Artificial y Machine Learning: «¿HacIA dónde vamos?» avances en la identificación de bacterias probióticas de su cepario que son productoras de GABA, por lo que en el mercado chileno puedes encontrar un buen aliado para fortalecer tu eje intestino-cerebro con el suplemento “NUP! ® + complex B” (color verde) que además de tener 60 billones de UFC con 4 Lactobacillus suma además las 8 vitaminas del complejo B esenciales para todos los aspectos de la función cerebral.