Cuando estás construyendo una startup, escalar no es solo cuestión de entusiasmo. Es una decisión estratégica que define el rumbo. En ZeroQ, se sentaron a analizar: ¿Vamos por crowdfunding? ¿Buscamos capital de riesgo? ¿Inversionistas ángeles?

Pero fue Scalex, la plataforma de la Bolsa de Valores de Santiago para startups, la que nos ofreció un camino distinto. Más desafiante, sí. Pero también mucho más transformador.

Profesionalizarse para crecer

Scalex nos abrió la puerta a un nuevo tipo de inversionista: los tradicionales. Aquellos que, por lo general, miran con recelo a las startups por la falta de estructura o procesos claros”, cuenta Ernesto Erdmann, CEO de ZeroQ. “Pero entrar en Scalex no es automático: te exige estar listo, hacer auditorías, definir una gobernanza, cumplir con requisitos legales. Todo eso te empuja a construir sobre bases sólidas”.

Salir en Scalex no es solo colgar un logo en la bolsa, es asumir un nuevo nivel de madurez empresarial.

Lo que implica estar en Scalex

Estar en bolsa significa:

  • Organizar tus estados financieros
  • Validar tu modelo con datos reales
  • Estar listo para operar bajo normas públicas y reguladas

La visibilidad es real y poderosa. Publicar reportes, rendir cuentas y mantener un estándar alto puede parecer una carga, pero también te conecta con aliados estratégicos que no habrías alcanzado de otro modo.

Consejos desde la experiencia de ZeroQ

Ernesto Erdmann comparte algunas claves para quienes estén considerando seguir esta ruta:

  • No necesitas ser perfecto, pero sí tener algo real. Scalex no es solo para empresas grandes, pero sí para aquellas con una propuesta sólida y validada.
  • Invierte en orden. Auditorías, asesoría legal, estructura… no son gastos, son inversiones en credibilidad.
  • Prepárate para el cambio cultural. Este nivel de formalidad requiere que tu equipo entienda y viva el proceso. No todos estarán listos, pero todos deben alinearse.