En el marco de las elecciones presidenciales 2025 en Chile, Startups Latam contactó a tres de los aspirantes a La Moneda – Evelyn Matthei, Johannes Kaiser y Marco Enríquez-Ominami – para conocer sus visiones sobre tecnología, innovación y emprendimiento.

En un país que busca diversificar su economía y consolidarse como hub digital de la región, los tres candidatos coinciden en que el desarrollo tecnológico será clave para el crecimiento, productividad y creación de empleo, aunque cada uno propone rutas distintas.

Evelyn Matthei (Alianza Chile Grande y Unido)

  • Sugiere una Estrategia Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, de largo plazo y con visión de Estado, para alinear prioridades de gobierno, academia y sector privado.

  • Impulsa un plan público-privado de inteligencia artificial, con incentivos tributarios, programas de alfabetización digital y atracción de talento especializado.

  • Fija metas concretas: crecer al 4% en el cuarto año de gobierno, crear un millón de empleos formales y llevar conectividad de 1 Gbps a todo el país mediante 5G, fibra óptica y data centers.

  • Promueve un Hub de Inversiones en Innovación y un nuevo marco para el venture capital, permitiendo incluso la inversión de AFP en fondos de riesgo.

  • Plantea simplificar la regulación para facilitar la comercialización de innovaciones desde las universidades y hospitales, impulsando spin-offs y licencias tecnológicas.

  • Apuesta por la telemedicina, la digitalización masiva del Estado y la reconversión laboral en habilidades digitales y financieras para trabajadores, PYMES y adultos mayores.

  • Visualiza a las empresas tecnológicas como eje central de la diversificación económica, base del crecimiento sostenible y la competitividad global.

  • Aspira a posicionar a Chile como país sofisticado tecnológicamente, líder en energías limpias, hidrógeno verde, astronomía y tecnología espacial.

Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario)

  • Propone la creación del Centro de Alta Tecnología para la Innovación y el Desarrollo (CATID), un ecosistema que integre empresas, universidades y Estado para producir conocimiento y tecnología propia, reduciendo la dependencia de soluciones importadas.

  • Impulsa la Agencia Nacional de Desarrollo Sectorial (ANDES), que reemplazaría la estructura fragmentada de organismos como CORFO o SERCOTEC, coordinando innovación, productividad y digitalización bajo una sola entidad moderna y digital.

  • Plantea el Plan Mittelstand Chile, inspirado en el modelo alemán de PYMES tecnológicas, para transformar miles de micros, pequeñas y medianas empresas en actores de innovación y exportación. 

  • Busca aumentar en 2 o 3 puntos la inversión privada en I + D y duplicar la producción científica aplicada en diez años.

  • Fomenta la descentralización del emprendimiento digital, permitiendo que regiones, municipios y cooperativas desarrollen sus propios servicios tecnológicos sin censura ni trabas burocráticas.

  • Ve a las startups como el motor del crecimiento sostenible, y propone un entorno más flexible, incentivos tributarios y mejor acceso a financiamiento tecnológico.

  • Defiende la transferencia tecnología ágil desde universidades al mercado, con incentivos para investigadores que participen de las utilidades de sus desarrollos.

  • Recomienda atraer capital de riesgo nacional e internacional mediante exenciones tributarias, certeza jurídica y eliminación de trabas regulatorias.

  • Aspira a posicionar a Chile como hub tecnológico líder en América Latina, productor de innovación en inteligencia artificial, robótica, biotecnología y energías limpias.

  • Considera que el Estado debe ser facilitador y socio estratégico, no regulador excesivo: su rol es “dejar hacer y dejar pasar”. Finalmente, la visión es un Chile libre, competitivo y tecnológicamente soberano, donde la innovación sea sinónimo de independencia económica y libertad creativa.

Marco Enríquez-Ominami (Partido Progresista)

  • Busca que Chile deje de ser un país extractivo y se transforme en un país cognitivo y digitalmente soberano.

  • Recomienda un Fondo Soberano de I+D+I, con inversión público-privada de hasta 0,8% del PIB al 2030, destinado a financiar misiones nacionales en educación, energía, digitalización y salud.

  • Creará el Consejo Interministerial de Ciencia, Innovación y Productividad (CICOP) y la Oficina Nacional de Inversiones y Permisos (ONIP) para acelerar proyectos tecnológicos.

  • Impulsará una Red Nacional de Inteligencia Artificial Aplicada (RNIA) para llevar la IA a la minería, salud, agricultura y justicia.

  • Plantea seis polos estratégicos de desarrollo: energías verdes, IA aplicada, salud digital, economía azul, agroindustria avanzada y manufactura inteligente.

  • El Estado comprará innovación local para dinamizar el ecosistema y generar mercado interno.

  • Pretende una “segunda generación de Start-Up Chile”, centrada en deep tech, energías limpias y software soberano, con co-inversión pública y garantías tecnologías.

  • Sus metas son una inversión en I+D del 0,8% del PIB, 70% inserción de becarios, 1,2 millones de empleos verdes y digitales y, un 40% de inversión en regiones.

  • Considera la inclusión digital un derecho social, no un privilegio, y propone una Política Nacional de Datos con transparencia y control ciudadano.

  • Plantea un Estado regulador, socio e impulsor, que comparte riesgos con el sector privado y usa la innovación como contrato social.