Uno de los sectores más atractivos en los que se ha centrado el desarrollo de startups, ha sido la industria financiera que cuenta con 2.482 fintech en toda Latinoamérica según datos del Bnanco Interamericano del Desarrollo (BID). Esta expansión ha sido posible gracias a una serie de herramientas tecnológicas que han brindado las soluciones necesarias para ahorrar recursos y ampliar el mercado de forma estratégica.
Anteriormente, el acceso a datos unificados y modelos de riesgo que dan sustento a los productos o servicios era un obstáculo difícil de superar para quienes iniciaban en el negocio, ya que contaban con recursos limitados que impedían tener información diversa a su disposición, que apoyara la creación de una oferta competitiva y de calidad, al nivel de la banca tradicional o de las grandes instituciones financieras.
La industria financiera que cuenta con 2.482 fintech en toda Latinoamérica según datos del BID
Hoy en día, las soluciones nativas de cloud se han consolidado para permitir que las startups cuenten con acceso y control a diversidad de datos tanto tradicionales como alternativos, de forma fácil y desde cualquier parte del mundo. De esta forma, los costos que se solían invertir en adquirir, integrar y construir bases de datos propias, ahora son destinados para otras áreas del negocio que les permiten ser más innovadores y crecer con mayor rapidez.
Adicionalmente, la Inteligencia Artificial (IA) y el Machine Learning (ML) se han convertido en la piedra angular en los análisis de comportamiento de consumidores y modelos de riesgo para la industria, favoreciendo el desarrollo de las startups.
Las soluciones nativas de cloud se han consolidado para permitir que las startups cuenten con acceso y control a diversidad de datos
La creación de estrategias potenciadas por estas tecnologías ha sido facilitada por el enfoque no-code que suelen ofrecer las APIs unificadas para que los tomadores de decisiones de las empresas puedan realizar proyecciones, crear nuevos productos y hasta modificarlos en tiempo real; sin la necesidad de amplios conocimientos técnicos o de costosos equipos de programadores que se salen de los presupuestos de quienes están comenzando.
Finalmente, a diferencia de las grandes compañías, las nuevas ofertas en el mercado han podido tener una mayor flexibilidad para aprovechar una amplia y diversa base de clientes, que anteriormente no había sido parte del sector financiero y que era poco contemplada por los modelos de riesgo tradicional ajenos a las ayudas tecnológicas al servicio de los nuevos proyectos.
Estos beneficios están disponibles gracias a plataformas integrales de nube con las que muchas startups han podido crear flujos de trabajo automatizados más eficientes desde etapas iniciales del proyecto, hasta fases más tardías.