Uno venía del mundo de la ciberseguridad y de haber fundado Hit Ocean, una software factory, y el otro de vender su startup Fidus, de fidelizacion de clientes. Así comienza la historia de los argentinos Federico Joel y Mateo Bovio, que en julio del año pasado se unieron -tras ser presentados por el emprendedor Lucas Lopatin– para crear WhaleMate, un SaaS que genera de manera automática y personalizada campañas de phishing y que cuenta con una plataforma personalizada de learning en ciberseguridad.

«El mercado de security awareness es un mercado ‘verde’ donde ya hay grandes players, como Knowbe4, Hooked, Phished y Smartfense, pero creemos que todos se habían quedado atrás con la automatización, personalización del contenido y con la manera de educar a los colaboradores de las empresas y organizaciones, y es ahí donde vimos la oportunidad de emprender», comenta Bovio, CEO de WhaleMate que en julio de este año recibió una inversión de Alejandro Asrin, presidente de Naranja X, conocida empresa que desarrolló una plataforma con productos financiero y que hoy es uno de los mayores emisores de tarjetas de Argentina.

La inversión, dice el emprendedor, decantó tras una conversación en LinkedIn: «Yo le escribí para que fuera mi mentor, y me terminó invirtiendo. Hoy Ale es advisor del board, nos acomoda en la ‘cancha’ cuando tenemos dudas, nos explica cómo profesionalizar la empresa, él tiene mucha seniority».

Así, el capital está siendo destinado al robustecimiento del producto, aceleración del mismo y mejora en la personalización y calidad del contenido. «Hoy queremos robustecer el producto con nuevas funcionalidades, como el perfil de riesgo del usuario o learning paths específicos por área», afirma el cofundador.

Learning con gamificación

La startup también está explorando nuevas formas de educación utilizando la psico ciberseguridad, que contiene técnicas emocionales y lúdicas para los colaboradores, «permite comprender las motivaciones y estrategias del ciber delincuente, así como las pautas de comportamiento de las víctimas de los ataques que las hacen vulnerables», afirma el emprendedor.

Bovino cuenta que su plataforma tiene gamificación, «un estilo a Duolingo» en el que los usuarios encuentran medallas y rewards: «A lo largo del camino de aprendizaje van saltando de isla en isla como Mario Bros.».

Actualmente la startup tiene cerca de 104 clientes distribuidos entre Argentina, Uruguay, Chile, México, Colombia, Nicaragua, Estados Unidos, Brasil, España e Inglaterra y han capacitado a más de 10 mil usuarios. Las proyecciones son la de estar facturando US$ 600 mil a fines de 2024.