Fundada en 2017 por Joaquín Quintas y Eugenia Kessler, la startup argentina Coderio tiene la misión de apoyar, dar visibilidad e impulsar a los emprendedores dentro de las grandes corporaciones. Hoy cuenta con presencia en varios países de Latinoamérica, como también Estados Unidos, lo que le ha permitido generar cerca de US$ 20 millones en facturación anual. Uno de sus objetivo es alcanzar los US$ 50 millones para 2027, mientras apunta a revolucionar la industria tecnológica con soluciones innovadoras y un enfoque en el desarrollo del talento latino.

Según comenta Quintas, Coderio nace a partir de una observación compartida por parte de ambos emprendedores, quienes también son compañeros de vida. «Muchas empresas grandes contrataban proveedores que no aportaban un valor real, limitándose a facturar horas sin ofrecer un servicio de calidad. Esto resultaba en cientos de miles de dólares desperdiciados cada mes, sin ningún retorno tangible», señala el fundador

Con presencia en Argentina, Chile, Colombia, México, Uruguay, Perú y Estados Unidos, la startup trasandina se destaca como un fuerte impulsor del talento latinoamericano. «Nos especializamos en ofrecer canales digitales end-to-end, modernización de sistemas legacy y cloud computing», detalla Quintas. A la fecha, ya cuentan con una comunidad de más de 10.000 mil expertos en áreas como mobile, backend, frontend e inteligencia artificial (IA). «Nuestros equipos se forman en menos de siete días», puntualiza el fundador.

Coderio apuesta fuerte por el mercado estadounidense

Coderio ha dado un gran paso en su estrategia de expansión, enfocándose en Estados Unidos. Quintas explica que desde enero, Javier López asumió como CEO de la startup tras un cambio de roles. «Anteriormente, Javier se desempeñaba como gerente de operaciones, mientras que yo ahora formo parte del board y sigo como fundador. Actualmente, me enfoco en gestionar relaciones con grandes cuentas y también estoy a cargo de Coderio Ventures», comenta.

Según el emprendedor, la estrategia para su crecimiento en el mercado estadounidense es «marcar fuerte presencia y diferenciarnos del resto de las compañías latinoamericanas que ofrecen servicios a EE. UU». En ese contexto, la empresa ha participado en eventos clave para generar una red de contactos sólida. Entre ellos, destaca un exclusivo evento en el estadio de los Miami Heats, donde invitaron a potenciales clientes de alto calibre como FedEx, Bell Corp y Visa.

«Coderio no necesita 2.000 clientes para vivir, necesitamos 100 que nos paguen US$ 1 millón al año», dice el fundador. Con esta visión, la compañía ha trabajado en propuestas diferenciales y asociaciones estratégicas. Hemos tenido un gran año. Conocimos gente interesante, hicimos partnerships y descubrimos nichos clave», añade Quintas.

Prepara un nuevo lanzamiento

A futuro, la startup busca posicionarse aún más en el campo de la inteligencia artificial, desarrollando productos propios que optimicen los procesos de sus clientes y puedan escalarse a nivel global. «Estamos trabajando en Coderio Ventures, una iniciativa que verá la luz en 2025 y que tiene como objetivo apoyar startups de Latinoamérica con el potencial de transformar la región», adelanta Quintas.

El fundador señala que la innovación que buscan estrenar sirve para darle visibilidad y esponsorear a empresas en etapa temprana. «Vamos a invertir capital, a desarrollar el MVP, ayudarlos a encontrar un Product Markert-Fit», asegura. Junto con eso, Quintas indica que la idea es ayudarlos a vender, dar los primeros pasos y armar toda una estructura empresarial. «Que sea una empresa real con facturación, que produzca y aporte valor, además de acompañarlos a las siguientes rondas de inversión«, menciona el emprendedor.

Por último, el founder señala que pese a la desaceleración en las inversiones en innovación este año, Coderio continúa creciendo a un ritmo superior al 35% anual. «¿Cómo lo logramos? Bueno, poniéndonos creativos en el momento de ofrecer servicios, de alinearnos aún más con nuestros clientes actuales y dándole propuesta de valor a los nuevos clientes para seguir creciendo en la cartera. También aprendiendo a decir que no cuando llegan proyectos que no son lo suficientemente rentables y nos sacan de foco», menciona Quintas.