- El emprendedor argentino, a finales del 2020, fundó Openbiz, la startup argentina "all in one solution", que funciona como SaaS, y que permite a las startups y emprendedores de Latinoamérica realizar su softlanding, tax y bookkeeping en Estados Unidos.
- A largo plazo, el founder se visualiza llevando Openbiz a ser una empresa de clase mundial, pero su consejo para otros emprendedores es claro: Disfrutar del proceso.
Desde joven, Julián Drago sintió una profunda vocación por el ecosistema emprendedor en Latinoamérica. Siendo contador en Argentina, comenzó a notar las problemáticas que afectan a la región, y fue allí, donde encontró su oportunidad para hacer una diferencia. «Siempre tuve muy claro que quería emprender y construir algo propio«, recuerda.
Tras pasar por grandes compañías y consultoras, el argentino reafirmó su deseo de crear su propio proyecto. A finales del 2020, fundó Openbiz, la startup argentina «all in one solution», que funciona como SaaS, y que permite a las startups y emprendedores de Latinoamérica realizar su softlanding, tax y bookkeeping en Estados Unidos.
Pero los primeros pasos como founder no fueron fáciles. «Cuando arranqué, todo era muy artesanal, todo lo hacía yo: atender llamadas, hacer ventas, manejar los cobros. Todo recaía en mí», comparte Drago. Hoy, la startup trabaja en el lanzamiento –pactado para el primer trimestre del 2025– de un dashboard, para que todos los emprendedores puedan acceder a toda la información contable y de cálculo.
Los desafíos de emprender solo
Uno de los mayores retos de Julián Drago fue comenzar sin un co-founder que compartiera responsabilidades y decisiones. «Al principio, estar solo hace que todo el peso recaiga sobre uno», admite. El founder comenta que para lidiar con aquella carga, buscó apoyo externo en la figura de un coach. «Lo que hice muchas veces fue contar con un coach externo que me ayudara en cuestiones clave. De hecho, me reúno con él una vez al mes para tratar temas fundamentales y tomar decisiones, lo cual resulta muy útil y valioso«, asegura el emprendedor.
Junto con eso, destaca que pese a seguir siendo un «founder solo», cuenta con un equipo de trabajo detrás. En ese sentido, Drago explica que con el tiempo, el equipo de Openbiz creció y le permitió delegar funciones críticas, como las ventas y la administración financiera. Aquello le permitió tener espacio necesario para pensar estratégicamente en el desarrollo de la startup. «El crecimiento fue increíble. Empezamos a estructurar las áreas y a sumar especialistas, lo que nos permitió escalar de verdad«, señala el fundador.
Consejos para los emprendedores en solitario
A largo plazo, Julián se visualiza llevando Openbiz a ser una empresa de clase mundial, pero su consejo para otros emprendedores es claro: «Disfruten del proceso. El camino del emprendedor es una montaña rusa que hay que aprender a disfrutar cada paso de su camino. Siempre habrá nuevos retos y nuevas oportunidades«.
En ese contexto, Drago comenta que uno de los aprendizajes más valiosos a lo largo de su camino ha sido la importancia de rodearse de otros emprendedores. «Mi recomendación es acercarse a programas y ecosistemas de emprendimiento. Rodearse de otros founders te da perspectivas que no tendrías solo», comenta. Asimismo, hace referencia a su experiencia en Draper University en California, lo que considera un hito clave en su desarrollo.