- Invierte en etapas pre-semilla y semilla enfocándose en founders que sean grandes ejecutores y sepan construir empresas con fundamentos sólidos.
- Advierte que las valuaciones infladas del boom 2021 terminaron matando empresas que no tenían fundamentos sólidos.
- Para 2026, apuesta por startups de México, Colombia, Chile, Argentina y Perú.
Claudio Schlegel, ángel inversionista mexicano con 15 años de experiencia en el ecosistema latinoamericano, comparte las lecciones aprendidas desde su primera inversión en 2010 y revela qué busca realmente en founders.
Schlegel comenzó su camino como inversionista en 2010 con Podemos Progresar, una microfinanciera fundada por un amigo que regresaba de estudiar en Estados Unidos. La inversión fue con convicción pero sin noción de qué significaba ser inversionista.
“Fue una inversión con muchísima convicción, pero realmente sin tener una noción de qué significaba ser inversionista ni invertir en un cheque ni el retorno. Yo creí en la visión que traía, en el producto, en lo que se podía lograr“, declara Schlegel.
¿Qué busca en founders latinoamericanos?
A diferencia de Estados Unidos, donde ya existe una cultura de venture capital madura y el capital no es tan escaso, Schlegel explica que los fundadores latinoamericanos necesitan saber construir empresas de manera diferente. No se trata de ser conservador, sino de poder sobrevivir cuando vienen malos tiempos.
-¿Qué buscas en founders en regiones donde el capital es escaso?
“Muchas de las empresas que he visto que no pueden seguir adelante por lo general no ha sido por un tema de los fundadores. Hay gente súper talentosa, pero cuando se le empieza a acabar el dinero no tiene la capacidad de levantar una ronda tan rápido como es necesario para seguir iterando o seguir encontrando este camino que le permita dar el siguiente paso“.
Para él, los founders deben ser grandes ejecutores capaces de construir empresas que puedan brincar entre procesos de escalabilidad alta y fundamentos sólidos. Cuando el capital se empieza a secar, deben tener una estrategia para bajar el burn y seguir flotando hasta construir el siguiente paso.
Las lecciones del boom de 2021
Schlegel vivió de cerca el boom de inversiones en 2021 y reconoce que una de sus mayores lecciones fue el FOMO (fear of missing out). Entró en empresas que por el mismo boom traían valuaciones muy por encima de lo que la realidad de América Latina permitía.
-¿Cuál fue la lección más grande del boom?
“Creo que lo más importante es entender: 1. Los fundamentos de la empresa, qué producto o servicio está construyendo de valor para que pueda intercambiarlo por dinero con los clientes. 2. ¿Cuál es la valuación? Eso va a ser muy determinante para las siguientes rondas si alguien más va a querer o no entrar“.
El inversionista es claro sobre las consecuencias: «Yo veo muy difícil que empresas aquí en América Latina tengan valuaciones o salidas por más de 1 billón de dólares. Si esa es tu tesis y entras en una empresa que ya vale 200 o 300 millones de dólares porque hay un boom, va a ser difícil que si las expectativas tan altas no se cumplen, tú como inversionista puedas recuperar ese dinero«.
Muchas fintechs surgieron rápido con valuaciones altas durante ese periodo, pero terminaron no sobreviviendo. No fue por falta de capital, sino porque los fundamentos no estaban sólidos desde un inicio.
¿Vale la pena apostar por IA en 2026?
Sobre la controversia de si existe una burbuja de inteligencia artificial, Schlegel es pragmático y plantea una pregunta clave.
“¿Qué tanto tú como inversionista entiendes la inteligencia artificial de fondo para poder tomar las decisiones en cuáles empresas de inteligencia artificial realmente invertir?“
Su enfoque es diferente: “En mi caso, al no ser un especialista en inteligencia artificial, entiendo más bien cómo estas empresas a las que yo estoy apostándole se pueden beneficiar de la inteligencia artificial para hacer un producto más eficiente, más efectivo, de más bajo costo. Pero no son empresas de inteligencia artificial“.
Schlegel menciona que Ben Horowitz, en una plática organizada por el gobierno de la Ciudad de México, explicó que para generar empresas como ChatGPT las inversiones iniciales necesitan ser de uno o dos billones de dólares. “Difícilmente en América Latina puede surgir algo así. Eso no quiere decir que no haya empresas que se puedan beneficiar de la inteligencia artificial para construir productos bastante sólidos“, declaró.
México como hub y la importancia del timing
Schlegel invierte en etapas pre-semilla y semilla en México, Colombia, Chile, Argentina y Perú. Para él, México es el mercado donde prácticamente todos los emprendedores quieren desembarcar por su situación geográfica y tamaño.
-¿Está México listo para el salto al HealthTech?
“No puedes esperar a que el ecosistema esté maduro para arrancar una empresa porque entonces ya llegaste tarde. Es un poquito también en la misma línea de pensamiento que tengo cuando compro de manera patrimonial acciones: cuando una acción ya está en todos los medios, ya es demasiado tarde porque el upside ya se lo llevaron los que lo hicieron y lo vieron antes“.
El verdadero valor del inversionista
Para Schlegel, lo que distingue a un buen inversionista es el valor que agrega más allá del capital. Invierte temprano, en pre-semilla y semilla, donde puede aportar más valor ayudando a construir el go-to-market strategy y presentando la red de posibles clientes, proveedores y fondos.
“Cuando tú inviertes, creo que una de las principales cosas que debe suceder es que cuando hay un problema, tú como inversionista tengas la capacidad de apostarle a esta empresa y ayudarles a salir de alguna manera. Si inviertes nada más poniendo un cheque y se enfrentan a un problema que no entiendes porque no es en una industria relacionada, es apostar a que se resuelva por obra de magia“.
Predicciones para 2026
El ecosistema entra en una etapa de madurez donde México se consolida como el imán indiscutible de la región, impulsado por el auge del nearshoring y una industria Fintech que lidera el crecimiento en Latinoamérica.
Mientras países como Colombia y Perú atraviesan procesos electorales que podrían generar cautela en la inversión local, los fundadores más brillantes de esos mercados (y de centros de innovación como Argentina y Costa Rica) verán en la expansión hacia México su mejor estrategia de resiliencia y escalabilidad.
Su labor será anticipar ese movimiento, identificando talento desde sus fases más tempranas en sus países de origen para facilitarles un soft landing estratégico, aprovechando que el 2026 será el año en que la Inteligencia Artificial pasará de las promesas a la eficiencia operativa real en los negocios de la región.