Colombia es el segundo país de Latinoamérica que más recibió capital para este sector en 2021, después de Brasil.

El sector delivery, proptech y fintech -de la mano de startups como Rappi, Habi y Addi, respectivamente-, suelen ser vistos como las industrias que son punta de lanza de la calidad emprendedora del ecosistema startup colombiano. Sin embargo, a estas se suman las verticales agtech y biotech, en las que el país cafetero tiene un especial potencial, debido a sus características geográficas que hacen del lugar un laboratorio vivo para los y las founders.

Terreno fértil para startups

Se calcula que la producción agrícola de la región crecerá hasta en un 80% para el año 2050, cifra se debe al aumento de la población y su necesidad por alimentación. Además, de acuerdo al Ministerio de Agricultura de Colombia, el país cuenta con un potencial de 40 millones de hectáreas para cultivar, sin embargo, solo hay siete millones de hectáreas aprovechadas. Ante este inminente escenario, ha comenzado a aumentar la creación de startups relacionadas con el sector agrícola y biotecnológico.

«Tenemos una oportunidad de crecer en tecnologías relacionadas con esto”, asegura Andrés Raigosa, director de la Cámara de Emprendimiento y Aceleración de Andi del Futuro, programa de apoyo al emprendimiento, liderado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia. En ese contexto, el timonel, comenta que los retos de estas industrias es lograr supervivencia y permanencia en el mercado por medio del acceso a clientes sostenibles en el tiempo.

“Queremos establecer canales de comunicación con tomadores de decisión públicos para que protejan las empresas que existen y creen condiciones de mercado favorables. Buscamos generar leyes, proyectos y programas que fomenten la creación de estas startups. Además queremos promover las alianzas entre las grandes empresas y estas startups así como seguir agremiando a los emprendimientos relacionados con el agro», menciona.

Las primeras «semillas»

Bajo ese escenario, se estima que existen más de 45 agtech, biotech y greentech fundadas en Colombia. Una de esas es Ecosistema Jaguar, startup que nació en 2014 y que desarrolla tecnología para el sector agroalimentario, relacionadas con trazabilidad, comercialización, bots de levantamiento de datos y asistencia técnica digital. 

Andrés Vergara, cofundador de la startup, señala que trabajan con este sector porque es uno de los que más necesidades tiene en Colombia y además es fundamental para la existencia de la humanidad, pues de allí provienen los alimentos. “El ecosistema agtech en Colombia está creciendo, hay cada vez más productos y servicios. Cada vez hay más conciencia de cómo opera el campo, de cómo piensan las personas del campo, qué necesitan. Es necesario comenzar a pensar desde el campo para el campo para que se generen cadenas de valor de acuerdo a las lógicas de la ruralidad”, asegura.

Otro ejemplo es Lynks, que monitorea la huella hídrica y de carbono de procesos a través de un ecosistema de tecnologías basadas en IoT, Inteligencia de negocios y  Data Analytics. En detalle, la startup busca identificar los focos de mayor impacto en sostenibilidad (ambiental y económico), y los transforma para que sean más eficientes mediante el uso sostenible de recursos, maximizando la eficiencia de activos y haciendo un control efectivo de la operación a través de indicadores de desempeño. 

«No es el ecosistema que mayor interés atrae para la mayoría de emprendedores, sin embargo es importante reconocer que somos un país con fuerte vocación agrícola y eso ha llevado a que existan iniciativas muy interesantes de emprendedores que viven este reto de forma pasional. Por otro lado, creo que debe haber apoyo estatal para la adoptación de tecnologías en el pequeño agricultor, de tal forma que a través de estrategias de financiación éstos puedan acceder a nuevas tecnologías”, afirma Alejandro Pustowka, cofundador de Lynks.

Los VC ya miran a Colombia

Según el AgriFoodTech Investment Report, 2022, durante el 2021, la inversión en agtech en el mundo se duplicó respecto al año 2020, pasando de US$ 27 mil millones a US$ 51 mil millones, y dentro de este reporte, Colombia aparece como el segundo país de Latinoamérica con mayor inversión en esta industria, después de Brasil.

“Colombia tiene un reto que quizá no estemos aprovechando al 100% y es encontrar en la agricultura y la biotecnología un territorio por explorar en términos de startups, de desarrollo de conocimiento y de negocios”, plantea Raigosa.