La startup, que busca captar US$ 10 millones de aquí al próximo año, fue seleccionada por una aceleradora del país «charrúa». Para fines de 2021 el emprendimiento apunta a lograr una facturación de US$ 4 millones.
Un nuevo «vecino» se sumará dentro de las próximas semanas a los edificios y comunidades habitacionales de Uruguay, esto ya que Comunidad Feliz, startup chilena fundada por David Peña, Antti Kulppi y Pablo Fiedler y que desarrolló un software de administración, está ad portas de hacer su debut oficial en ese mercado.
La llegada del emprendimiento se está dando de la mano de Proyecta Uruguay, programa impulsado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) de ese país que inyectó US$ 70 mil en la chilena de cara a su constitución legal en el mercado «Charrúa»: «Este programa es como un símil a Start-Up Chile, nos financian con US$ 70 mil y nosotros pondremos otros US$ 30 mil, nos apoyarán en temas legales, talento e infraestructura, el decir que fuimos invertidos por ANII nos da una validación. El mercado uruguayo es parecido al chileno, tiene condiciones interesantes para nosotros«, cuenta David Peña, cofundador y CRO de Comunidad Feliz, cuya plataforma se comercializa como un Software as a Service.
«Para el administrador una plataforma contable, para los comités es de auditoria y por el lado de los residentes, estos pueden estar conectados. Se pueden pagar los gastos comunes, también arrendar espacios comunes, y hay un módulo de conserjería en el que el residente recibe notificaciones, como cuando llega un paquete. También se pueden hacer asambleas virtuales, monitorear los gastos, etc», dice Peña, que detalla que si bien ya operaban con cerca de 100 clientes de Uruguay de forma remota, este capital permitirá constituir la empresa.
Además de Uruguay, Comunidad Feliz ya tiene presencia en México -y de forma remota en Colombia, Ecuador, Perú, Guatemala y Honduras-, país al que llegó en 2018 a través de Bluebox, aceleradora azteca que invirtió US$ 100 mil y que ayudó a la firma en su softlanding con una de las inmobiliarias más grandes de México. Además de ese capital, en 2017 captó su primer capital privado por US$ 365 mil, al que se sumaron US$ 2 millones el año pasado invertidos por el fondo de venture capital estadounidense Clout Capital, dinero que han utilizado para escalar en México y Chile.
«El principal foco es para la consolidación, hemos lanzado nuevas soluciones disruptivas, queremos tener 40% del mercado y en eso hemos estado invirtiendo full, hoy estamos en cerca de 4 mil condominios, es decir 500 mil departamentos o casas, ente México y Chile. Solo en este último país son cerca de 350 mil y, en términos de personas, el 30% de la gente que vive en departamento tiene Comunidad Feliz», afirma el fundador de la startup en la que hoy trabajan 150 personas de forma remota.
En esa línea, hoy el emprendimiento busca abrir una ronda por US$ 10 millones, operación para la cual Peña se acaba de mudar a Palo Alto, California, «queremos tenerla cerrada a fines del próximo año», adelanta el emprendedor que proyecta que cerrarán 2021 con una facturación de US$ 4 millones, el doble del ejercicio de 2020. En cuanto al número de comunidades, buscan terminar con 5 mil y, respecto a Uruguay, terminar con un 20% del mercado, cerca de 2 mil edificios de aquí a los próximos dos años.