En medio de la Startups Latam Week Bogotá, Julián Nuñez, cofundador de Yuno, habló sobre la historia de la startup y sus planes para este semestre.

Julián Núñez llevaba cuatro años y medio en Rappi, cuando una idea comenzó a rondar por su cabeza, ¿Era el momento de comenzar un proyecto propio? Gracias a su experiencia en el área de pagos del unicornio colombiano, desde hacía un tiempo había comenzado a ver que este tema se estaba fragmentando y que las compañías gastaban millones de dólares en integrar todas las herramientas disponibles en el mercado. Era necesario crear una solución que permitiera a las empresas acceder a todas las plataformas de la actualidad. 

Pero ese “bicho” de emprender no solo venía desde esa experiencia, Núñez tenía muchas ideas escritas en un excel para convertir este plan en realidad: desde montar un marketplace para vender carne hasta crear una plataforma de integración de herramientas de pago.

La elección de un camino llegó por serendipia: “Uno de esos días en los que literalmente no tenía ni idea y estaba en un momento difícil en el trabajo, navegaba por Twitter en mi cama y vi que se publicó un tweet de una VC, Angela Strange, que es General Partner en Andreessen Horowitz, uno de los fondos de capitales más prestigiosos del mundo. El tweet hablaba sobre un nuevo programa donde uno podía aprender. Lo que hice fue abrir el Google Form, lo llené en 5 minutos y me fui a trabajar; a los 2 días ví un correo de una persona de Andreessen Horowitz diciendo que les encantaba mi experiencia y comenzaron a ayudarme a aterrizar todas mis ideas”, relató Nuñez en su participación como speaker en Startups Latam Week Bogotá.

Lo que siguió fue sentarse frente a una hoja en blanco a elegir la idea más viable: Yuno. Allí Julián redactó un plan de cinco páginas donde consignó “por qué quiero hacer esto, por qué yo soy la persona correcta para montar esto, qué es lo que quiero hacer, cuál es la visión, cuál es el MVP, qué voy a hacer los primeros 3 meses, etc.” reveló.

Y así nació Yuno, de una “lista de 30 ideas en un excel”. La startup actualmente “permite que tu empresa se conecte a cualquiera de estas soluciones de pagos y anti-fraude, lo que necesitas de infraestructura de pagos a través de una única conexión”, dice Núñez. Con la idea clara y aterrizada, Juan Pablo Ortega, también ex-rappi, se unió para darle vida a Yuno. Levantaron US$10 millones, invertidos por Andreessen Horowitz, como parte del programa de la empresa para fundadores de nuevas fintech.

En la actualidad, Yuno está en 20 países del mundo y ambiciona con seguir creciendo. De acuerdo con Núñez “queremos casi que hacer 100X lo que hicimos el año pasado y queremos procesar US$ 1.000 millones. Estamos muy enfocados en crecer de una manera que nos permita ser rentables muy pronto».

Aprendizajes de un founder

Sobre toda esta experiencia, sí reconoció que el primer impulso que recibió fue gracias a la suerte. “Creo que hubo la suerte de haber visto ese tweet y de haber tenido las agallas de darle clic y llenarlo, porque estoy seguro que eso lo dieron 200 mil personas y lo llenaron 500”. Además, aseguró que también la experiencia que ganó en Rappi fue muy importante. 

Respecto a esto añadió: “Cuando yo llegué a Rappi, mis papás casi se ponen a llorar porque pensaron que yo iba a dejar mi vida en bancas de inversión para trabajar en una empresita. Ya hoy lo miran y ven que valió la pena”.