El mercado VC ha transitado por un primer semestre marcado por una volatilidad inusitada. La actividad de las ofertas públicas iniciales (IPO) ha sido prácticamente simbólica, y el entorno económico global no ha ayudado: la inflación persiste en niveles superiores al 2 % y las tasas de interés siguen altas y las tensiones geopolíticas añaden una capa adicional de complejidad. Realidad que se ve plasmada en el informe «The 2024 US Venture Capital Outlook: Midyear Update«, el cual indica que apenas 22 empresas han completado sus salidas a la Bolsa hasta mayo de 2024, con solo cuatro grandes IPO tecnológicas, valoradas en US$ 17 mil millones.

En este escenario, las startups enfrentan ahora un desafío titánico: lograr el crecimiento de valoración deseado en un mercado público donde los múltiplos se están comprimiendo. Sin embargo, pese a este contexto, el futuro no es del todo sombrío pues las proyecciones para el segundo semestre del año apuntan hacia un posible cambio positivo.

Las tasas de interés, aunque aún altas, muestran una tendencia a la baja, lo que podría estimular una recuperación del mercado de VC. Además, el papel de las aceleradoras en el ecosistema de startups es crucial, especialmente en mercados emergentes como Latinoamérica; no solo para inyectar capital, sino que también permiten elevar los estándares de competitividad de las startups a nivel global.

A través de mentoría, acceso a redes de contactos y recursos estratégicos, las aceleradoras apalancan éxitos e hitos significativos para las startups a menor tiempo. Esto es particularmente atractivo para los inversores globales, quienes buscan oportunidades de alto crecimiento con un perfil de riesgo más controlado. Si las startups logran mejorar su preparación y competitividad, estarán mejor posicionadas para cerrar acuerdos significativos y atraer inversiones incluso en un mercado adverso.

En el actual escenario, donde las inversiones en etapas seed son cada vez más exigentes, con métricas más altas y perfiles de riesgo más estrictos, las aceleradoras desempeñan un rol esencial. Elevan el estándar para las startups, proporcionándoles un marco estructurado y recursos especializados que aseguran no solo su supervivencia, sino también su capacidad para competir eficazmente en mercados internacionales.

El segundo semestre de este 2024 proyecta oportunidades únicas para los mercados emergentes y el Venture Capital podría encontrar un terreno fértil para su renacimiento. Pero, para que esta oportunidad se materialice, será crucial que los actores del mercado, desde las startups hasta los inversores, actúen con una estrategia clara y una visión a largo plazo. La resiliencia y la adaptación serán las claves para navegar en este mar de incertidumbre.