Los emprendedores latinos están popularizando el desarrollo mediante herramientas no-code y low-code.

¿Es posible crear una startup sin tener conocimientos de programación? Es difícil imaginarlo cuando la esencia de estas compañías ha sido su base tecnológica. Sin embargo, ahora es una realidad cada vez más viable gracias a las herramientas “no-code”, que han supuesto una verdadera revolución desde su propósito de eliminar las barreras de acceso a la creación de productos digitales.

La necesidad de crecer rápido con pocos recursos, sumado a la escasez de talento tech que presenta la región, permite que Latinoamérica encaje perfectamente con este tipo de herramientas.

Herramientas no code: aliados de las nuevas startups

Darío Ramírez, profesor y experto de desarrollo no-code, define este nuevo movimiento como una “filosofía” que busca democratizar el acceso al desarrollo de todo tipo de aplicaciones (Web o móviles). “Se basa en el uso de herramientas conocidas sin código o de poco código que permiten que cualquier persona no técnica pueda desarrollar soluciones digitales. Las herramientas no-code trabajan principalmente con el método de desarrollo Drag and Drop, ósea arrastrando y soltando componentes para que se puedan crear las interfaces, acciones y automatizaciones que tu solución necesita”, asegura.

Debido a esto, las herramientas no-code permiten que startups, que principalmente están en fase inicial y no tienen recursos ni el equipo suficiente para hacer grandes desarrollos, puedan probar y validar sus hipótesis de negocio.

En etapa temprana, lo que se necesita es crear MVPs (Prototipos de producto funcionales) que permitan interactuar rápidamente con clientes y obtener información necesaria para pivotear o iterar el modelo. Hoy en día estas tecnologías permiten crear rápidamente estos MVP, sin necesidad de gastar tanto tiempo o tener que ser desarrolladores de software”, afirma Ramirez, que agrega: “Es posible crear una startup sin ser programador. No es necesario ser Albert Einstein para empezarla”.

El caso de Bemmbo

Bemmbo, emprendimiento chileno que desarrolló una solución B2B para la gestión de pagos de empresas, es un ejemplo de cómo las startups están utilizando desarrollo no-code, así lo revela Rodrigo Oyarzún, cofundador de Bemmbo.

“Empecé usando bubble.io, una plataforma no-code hecha específicamente para que co-fundadores no técnicos, que no saben programar, puedan empezar su startup. Así creé nuestra primera app que actualmente aún al menos tres de nuestros clientes”, cuenta.

¿Qué plataformas para desarrollo no-code existen? 

Oyarzún mencionaba Bubble, sin embargo, no es la única opción que existe. De hecho, ya hay herramientas muy alineadas con diferentes objetivos, Darío Ramírez recomida algunas:Webflow es muy útil si necesitas desarrollar tu web con e-commerce integrado con un gran aspecto visual y fácil de desarrollar. Si la necesidad es hacer un MVP funcional, pero aún no hay preocupación respecto a la escalabilidad del negocio (early stage), recomiendo usar Glide, es la plataforma que según mi experiencia tiene la curva de aprendizaje más sencilla. En un par de horas tienes una app funcional solo a partir de un Google Sheets (Excel de Google)”.

Además, el experto recomienda Flutter Flow, ya que «permite personalizar mucho una aplicación y sacan actualizaciones muy buenas. Es excelente para el desarrollo de aplicaciones que requieren mayor escalabilidad y funcionen nativamente en dispositivos Android o iOS”, agrega.

Tendencia al alza

Y el no-code no se irá a ningún lado. Así lo demuestran acciones de grandes multinacionales, como Google y Microsoft, que han comenzado a poner sus ojos y recursos en estas herramientas. Por ejemplo, Microsoft for startups firmó un acuerdo de colaboración con Bubble.io para ofrecer a los fundadores de su programa Founders Hub $3.000 dólares en crédito para usar en la plataforma.

“El mercado del desarrollo de software está creciendo en todo el mundo, pero el desarrollo convencional cada vez se está convirtiendo en un recurso más caro, sobre todo para pymes y startups en etapas tempranas”, sostiene.