Las startups respiran tranquilas en Argentina y Latam, pues empezaron el año con la buena noticia de la ronda Serie B por US$ 40 millones millones captada la semana pasada por Pomelo y liderada por de Kaszek Ventures.

“La ronda fue un premio y reconocimiento a toda la ejecución de estos tres años. Además, es clave por la tranquilidad que brinda al mercado este contexto en el que es muy difícil levantar capital, y aún más desde América Latina (…) Los que estamos en tecnología hace tiempo sabemos que no se trata sólo de crear un producto que funcione bien, sino que, además, tiene que tener acción y ser monetizable”, señala Gastón Irigoyen, cofundador y CEO de la fintech, que nació en 2021 ofreciendo un servicio para que otras empresas generen ingresos ofreciendo productos financieros, como cuentas virtuales y tarjetas de débito o crédito.

El emprendedor agrega que “a diferencia de otros trabajos o rutas profesionales, emprender es más desafiante. Sin embargo, si perseveras y haces las cosas de manera correcta a lo largo del tiempo, obtenés reconocimiento en diversas formas, ya sea a través de rondas de financiamiento, clientes destacados, premios o cobertura mediática”. Bajo ese escenario, el CEO de Pomelo conversó con Startups Latam sobre la trastienda de la ronda y cómo la startup aborda las dimensiones claves, entre ellos el tema regulatorio y de cultura de la empresa, para llevar a cabo sus planes.

Nueva plataforma

Tras la ronda, el emprendedor comenta que la startup va a continuar enfocada en «consolidarse como uno de los principales players del mercado» y proyectan lanzar una nueva extensión de su producto de pago en los países donde ya están presentes, como México, Colombia, Brasil y Argentina, además de continuar la expansión a Chile, con una fase inicial más administrativa antes de comenzar las operaciones.

El nuevo producto será una plataforma para administrar negocios de tarjetas de crédito, aplicable tanto para bancos como para fintechs, así como para empresas que deseen ofrecer servicios financieros integrados y productos de crédito. Esta plataforma, cuenta Irigoyen, permitirá dar de alta a clientes, asignarles líneas de crédito, cuantificar pagos, gestionar morosidad, intereses y enviar resúmenes de cuenta.

“En resumen, estamos haciendo una fuerte inversión en esta ampliación de producto, con roles abiertos y perspectivas de crecimiento significativas. Nuestro objetivo es duplicar el tamaño de nuestro negocio en ingresos este año y aumentar al menos un 75% nuestra base de clientes, alcanzando casi 200 clientes”, enfatiza. Dada la variabilidad legal y regulatoria de cada país, este enfoque se adapta de manera específica a las normativas locales, abordando cuestiones como tasas máximas y frecuencia de envío de resúmenes, dice el founder.

La parte regulatoria

En esa línea, desde el grupo fundador -que cuenta también con Hernan Corral (CPO), y Juan Fantoni, (COO)- plantean que algo que desde el inicio han considerado en su agenda es el tema de la regulación, como una parte integral de su quehacer. Hoy Pomelo cuenta con licencias en todos los mercados de Visa y Mastercard. Además, poseen licencias regulatorias con bancos centrales y cumplen con los marcos regulatorios en cada país donde tienen presencia.

“Lo comprendemos como parte integrante de nuestro modelo de negocio y de nuestra propuesta de valor, ya que contribuye a tener un producto más adaptado a lo local. Además, fortalece la confianza de aquellos que están considerando realizar la compra. En otras palabras, si el comprador es una empresa establecida, que posiblemente también esté sujeta a regulaciones o participe en un proceso de negociación más corporativo, necesitan asegurarse de que existe una mitigación del riesgo regulatorio y que se han cumplido todos los requisitos normativos”, señala Irigoyen, que señala que hoy su equipo de legal y de compliance está conformado por casi 20 profesionales; y con representación en todos los países en los que operan, asegurando así un enfoque local y adaptado a cada jurisdicción.

La cultura Pomelo

Junto con poner los ojos desde el principio en la parte regulatoria, la fintech ha puesto en el centro la cultura de la empresa, la que han construido de la mano de talentos que provienen de otras tech como Mercado Pago, Naranja X, Ualá y Google, y de perfiles que tienen a Pomelo como su primera experiencia en el mundo de startups.

“Hay que hacer una distinción entre el ADN de las personas y el ADN de las empresas donde trabajan”, destaca el CEO y comenta que tras el nuevo deal, buscan seguir fomentando una cultura de austeridad y de criterio para no perder el sentido de lo que es lógico para la industria en la que se mueven y el ecosistema startups, pues ya no estamos en el año 2021.