Este año el emprendimiento llevó su headquarter al país norteamericano donde inició pilotos con Haskell, empresa de construcción que decidió inyectar el financiamiento a través de su brazo de venture capital. Para 2022 la startup busca levantar una serie A cercana a los US$ 5 millones.
Siguiendo los pasos de muchos emprendedores famosos del mundo tecnológico, como el creador de Apple, Steve Jobs o el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en 2014 Franco Giaquinto, cambió la carrera de ingeniería comercial por el desafío de emprender, camino que en un principio le dio una «cachetada», ya que su primera startup, que fue parte de Start-Up Chile, fracasó. Pero el «golpe» le sirvió a Giaquinto para conocer el sector de la construcción, desde donde decidió volver a intentarlo y esa vez sí funciono: en 2015 creo Ipsum, construtech que acaba de cerrar una ronda por US$ 500 mil .
El capital, cuenta Giaquinto, provienen de la empresa norteamericana de construcción Haskell -y se suma a US$ 1 millón que levantaron con el Corporate Venture Capital, CEMEX Ventures y el fondo chileno Manutara Ventures en 2017- e irá destinado al escalamiento de la startup, que desarrolló ProPlanner, un SaaS que permite a las empresas constructoras llevar un roadmap en tiempo real de planificación y control de obras.
«Hablamos el lenguaje de la construcción, la industria aún usa softwares antiguos y tienen poca colaboración online. Esto es colaborativo, tiene usuarios ilimitados y está conectado con otras plataformas que ya usan (…) Se pueden crear cartas gantt, llevar la gestión de subcontratos y recursos, etc. Hay muchos tipos de usuarios que pueden usar la plataforma, propietarios, contratistas generales, subcontratista, los capataces de las obras, etc.», afirma Giaquinto,
De Chile a Estados Unidos
Y este escalamiento será en el mercado estadounidense, al cual la startup trasladó su headquarter este año -en paralelo, el emprendimiento continua con algunos clientes en Chile y otros países de Latam- y donde están creciendo de la mano de Dysruptek, el brazo de capital de riesgo de Haskell, que inyectó los US$ 500 mil.
«Nosotros piloteamos con ellos en un par de proyectos y decidieron invertir tras varios meses de pilotaje. Durante la pandemia rehicimos todo el producto, tomamos ese tiempo en el que el mercado estaba muy dañado y en marzo relanzamos con foco en Estados Unidos, todo en inglés. El mercado de construcción latinoamericano crece muy lento y es difícil generar un crecimiento escalable sostenido, en EE.UU hay empresas grandes e invierten en softwares y están los fondos de VC más grandes de construtech, fue una apuesta que hicimos», detalla el fundador de Ipsum, que agrega que el financiamiento servirá para «generar tracción en EE.UU. y construir un quipo de venta, para poder levantar una serie A a principios de 2022. Ya empezamos con conversaciones, estamos pensando entre US$ 5 millones y US$ 7 millones».
Para fines de este año Giaquinto proyecta que la startup terminará en cerca de 30 obras con cerca de 15 clientes en Estados Unidos, país es donde también se integraron con un software para obras desarrollado por la empresa norteamericana Procore, «es el más usado en construcción, pero les faltaba lo que nosotros hacemos, así que nos integramos».