El ecosistema boliviano comienza a dar señales claras de su reciente crecimiento y su evolución, señales que fueron recogidas por el reporte de la Asociación Boliviana de Venture Capital (BOCAP), primer informe desarrollado por la institución creada en 2022.
El documento revela que el 58,8% de las 17 startups entrevistadas que levantaron capital en Bolivia, fueron creadas entre 2020 y 2021, alcanzando el máximo en 2020. Entre 2019 y 2023 la mayoría de las startups accedieron únicamente a una ronda de inversión, un porcentaje menor tuvo acceso a dos y tres, sumando un total de 25 rondas desde el 2019 hasta agosto 2023 fecha de cierre del reporte.
Debido a los beneficios que representa para las startups bolivianas la financiación VC, el 88,24% de las startups que ya levantaron capital, tienen previsto abrir nuevas rondas de inversión. Desde el punto de vista de la distribución de la inversión en las diferentes etapas de las startups estas se desplegaron en fases tempranas presemilla y semilla. Las inversiones recibidas fueron utilizadas prioritariamente para desarrollo de productos, expansión geográfica de los negocios e infraestructura tecnológica. Otros usos fueron operaciones comerciales y contratación de talento cualificado, entre otros.
«El ecosistema emprendedor está experimentando un desarrollo prometedor, respaldado por la presencia de inversores, incubadoras y aceleradoras. Las startups, principalmente en fintech y de ecommerce/marketplace, están recibiendo inversiones en etapas tempranas, y se prevé que aquellas respaldadas por fondos realicen nuevas rondas en 2024. La internacionalización es notable, con más de la mitad de las startups operando en Bolivia y otros países de la región. La diversidad de cofundadores extranjeros y la formación especializada de los fundadores, en su mayoría con estudios en el extranjero, contribuyen a la dinámica y el potencial de crecimiento del ecosistema emprendedor en Bolivia», señala Álvaro Villarroel, fund manager de Escalatec, uno de las firmas que es parte de BOCAP.
Siguiendo las tendencias globales, las inversiones VC realizadas entre 2019 y 2023 en Bolivia, estuvieron orientadas principalmente al sector fintech. Otras verticales, como movilidad, logística, e-commerce y SaaS, si bien recibieron inversión, representan un porcentaje menor en relación a las inversiones en fintech. Adicionalmente, el informe indicó que el 52,94% de los emprendimientos operan desde Santa Cruz, el 23,53% en La Paz y el 17,65% en Cochabamba, siendo estos departamentos los que poseían una mayor cantidad de startups de acuerdo a otros reportes conexos.
Otro punto importante es que 82,89% de las startups bolivianas que levantaron fondos de tipo venture capital, pasaron por al menos un programa de aceleración o incubación ya sea local o internacional, recibiendo apoyo y conocimiento que les permitió acceder a financiación. Entre los programas destacan las aceleradoras locales: Solydes, Santa Cruz Innova, Pista 8, y entre las internacionales: Start-Up Chile, Startup Perú, Buentrip y MentorDay Europa.
«El futuro del ecosistema dependerá de factores legales y fiscales favorables (…) En Bolivia es crucial contar con el respaldo de instituciones gubernamentales similares a Corfo en Chile y Cofide en Perú para fortalecer el ecosistema emprendedor. Aunque se observa una participación e inversión en startups significativo, se requieren más fondos locales bolivianos y ángeles inversionistas. Además, es fundamental mejorar el dealflow de startups con mayor madurez para facilitar la coinversión con fondos de la región«, dice Villaroel sobre las brechas a superar en el ecosistema.