El año aún no se acaba y la bióloga chilena, Marcela Ruiz, sigue cosechando hitos dentro del ecosistema emprendedor tecnológico, ya que el pasado 16 de noviembre, su startup Acústica Marina, se coronó como la “Empresa más Disruptiva” del mundo en los premios Women in Tech 2023 celebrados en los Emiratos Árabes Unidos.

Nacida en 2020 en Valdivia, región de Los Ríos, la biotech chilena que se dedica a desarrollar hardware y softwares impulsados por Inteligencia Artificial para medir y monitorear los sonidos del océano, se quedó con el primer lugar de dicha categoría en Latinoamérica, lo que le permitió disputar la competencia global en Dubai. Pero no solo eso, sino que a inicios del presente mes en Chile, también ganó el Premio Nacional de Innovación en la categoría «Avonni Costamar Isa Intervial”. 

“Somos capaces de procesar todo el sonido del mar y entenderlo, haciéndolo en tiempo real, para desplegar todos esos datos en distintas plataformas y generar diversas alertas«, explica la emprendedora, también ganadora del «Tech Entrepreneur» en los Women that Build Awards 2022 y seleccionada como Mujer Líder en Ciencia, Tecnología, Innovación y Talento en el Women Economic Forum Chile 2021.

Junto a la Compañía Minera del Pacífico, del Grupo CAP, la biotech ha desarrollado un proyecto de sostenibilidad que, a la fecha, cuenta con cuatro boyas hidro acústicas, las que miden sonido y ruido. La emprendedora comenta que también «pueden tener distintos sensores de otros parámetros físico-químicos de interés, como temperaturas y salinidad, lo que por supuesto nos ha llevado a tener todos esos distintos reconocimientos».

-¿Qué se siente ser founder de la «Empresa más Disruptiva”?

Primero, es un honor recibir un premio a nivel global, más aún con una organización que tiene mucho reconocimiento, lo que nos abre una red de contactos importante. Estuvimos en Emiratos Árabes recibiendo el galardón en un centro tecnológico de innovación de alto nivel, lo que significa que Acústica Marina se está posicionando a nivel mundial y que estamos haciendo el trabajo bien, tenemos las aplicaciones y el potencial. No solo estamos contentos de recibir el premio, sino que además competimos con mujeres de mucha trayectoria a nivel global. Fuimos los únicos de Chile y hubo dos representantes de Latinoamérica, el otro era de México.

-¿Cuál dirías que ha sido tu clave del éxito? 

Siempre estar presente en las redes de apoyo, es decir, en el networking, viajando y colaborando. También tiene que ver en cómo trabajas esa red de contactos y la generosidad que existe entre tus pares. Hay que hacer lazos, amigas, y trabajar con las que van liderando y que están mucho más adelante que tú. En ese sentido, he tenido muy buenas mentoras que son empresarias, y exitosas, por lo tanto he sido bastante receptiva a escuchar los consejos que me dan. No solamente es hacer negocios y alianzas, sino que redes profundas de amistad para construir un camino juntas.

-¿Qué desafíos se presentan en el camino?

– Emprender en Chile, sobre todo en empresas de base científica tecnológica, es complejo. El primer desafío es que haces algo tan distinto que tu mercado quizás no está preparado para adoptarlo. Por lo tanto, hay que hacer un trabajo de sensibilización sobre tu solución para tratar de entrar al mercado. Además, el desarrollo tecnológico es costoso, y ahí te toca levantar financiamiento que también tiene sus complejidades. Y lo tercero, más que un problema, es que tenemos que ser capaces de conectar rápidamente con la industria desde la política pública, y cómo trabajan las grandes empresas en temas de sostenibilidad y adopción de tecnología.

-¿Y cómo lo ves desde una perspectiva de género?

– Es una cosa de personalidades también. Yo soy bastante frontal, donde no me cuesta moverme en diferentes ambientes, ya que vengo de trabajar en lugares altamente masculinos como la pesca artesanal. Pero a veces nuestro lenguaje es distinto, las mujeres somos mucho más de ir por la solución, de conversar y negociar. Hoy se está tomando en cuenta la perspectiva de género, desde recursos humanos lo están valorizando y las grandes empresas están poniendo en toma de decisión a mujeres. He tenido eventos donde ser mujer ha sido un poco más complejo, pero también estar lejos de la capital me ha producido algunas brechas. No obstante, cuando tú lideras algo de este tipo, no te puedes quedar pegado en eso, sino que tienes que salir a romper esas pequeñas barreras.

-¿Cómo evalúas el desarrollo de Acústica Marina?

-Ha pasado poco tiempo desde que la fundamos en 2020. Nos ha ido bien y una de las claves es que logramos tener rápidamente un producto mínimo viable y luego pasar a un nivel de madurez de alto nivel. Ahí también entra en juego el valor de mis cofundadores –Roberto Flores y Sebastian Niklitschek-Soto–, y del equipo de trabajo. Por otro lado, está el posicionamiento de la empresa, que es parte de mi trabajo como fundadora y ha sido apoyado en el trabajo de redes, conversaciones uno a uno y posicionamiento. Que lo sepa la ciudadanía, principalmente los niños y adolescentes, vemos que hay un potencial enorme de poder traccionar el futuro.

-¿Cuáles son tus planes como founder?

– Estoy dedicada 100% a Acústica Marina. Queremos hacer historia desde Chile y con tecnología local para el mundo. Dentro del equipo siempre hemos dicho que se puede, así que seguimos trabajando en esa línea. Asimismo, aportar sostenibilidad a la industria y a los procesos operativos en los océanos. Somos un país portuario, y minero, Latinoamérica también tiene condiciones importantes en el transporte marítimo, pero tenemos desafíos que tenemos que abordar y sólo se puede mediante tecnología.

También trabajo desde hace mucho tiempo con las jóvenes en el área de STEM, de Ciencia Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Tuve un programa con la Embajada de Estados Unidos hace unos años, que me financió en pandemia unos capítulos para hacer clases online de comunicación de la ciencia a niñas de todo Chile. Son pequeñas cosas en las que trabajo para poder empoderar a las mujeres. Por otro lado, estoy en distintas asociaciones que muchas son vinculadas a ellas, como por ejemplo Women Board Up, Mujeres de IA de Chile, vicepresidenta de la Asociación de Exbecarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, entonces hago esos trabajos, que por cierto a mí me encantan, pero tienen que ver siempre con visibilizar y empoderar en esta área.

-¿Qué se viene para Acústica Marina?

-Primero, estamos súper contentos porque este galardón marca un hito desde el punto de vista de lo que podemos hacer y a donde podemos apuntar, nos desafía a seguir creciendo en proyectos. En paralelo trabajamos en distintas partes de la región, ya logramos llevar nuestra tecnología a Colombia, firmamos un convenio con la Universidad Marítima de Panamá y pronto estaremos trabajando en las costas del norte de Perú. Ahí tenemos un circuito que levantar y desafíos que tienen que ver con poder instalar una red grande a nivel latinoamericano en las costas del Pacífico. Va a ser un reto del 2024 y cuando tengamos un lineamiento estratégico, podremos compartir más sobre esta iniciativa.

-¿Qué consejos les das a las nuevas generaciones?

El primero va para las mujeres y es que se atrevan. Tenemos todas las capacidades, somos buenas al frente de las relaciones públicas, es algo importante que tiene que tener un fundador y creo que ahí la clave es atreverse con un buen equipo. El segundo, formar redes y colaboraciones para poder aprender de los que van más adelante, a veces no necesitamos inventar tantas cosas sino que asesorarnos mejor y encontrar la solución más rápido. Y por último, tener proyectos que impacten a la sociedad y al mundo. Los emprendedores de base científico-tecnológico tenemos que aportar a tener un planeta mejor y desde Chile tenemos toda la capacidad para hacerlo.