Expertos plantean que la crisis forzó a un fortalecimiento para la industria, la que ha comenzado a priorizar medidas regulatorias y de cumplimiento.

2022 no fue un buen año para las criptomonedas. El colapso de FTX, el gigante de la industria y posterior arresto por presunta estafa de su director, Sam Bankman-Fried, conllevó a una crisis de negocio y de reputación que, entre otras cosas, causó que el bitcoin tuviera una pérdida que supera el 70% desde máximos de 2021.

A raíz de ese contexto, varias empresas relacionadas con el sector, como Three Arrow Capital, BlockFi o Genesis Trading cerraron sus operaciones. Ante este panorama, ¿qué pasará en 2023 con las startups que trabajan con este sector?

Tyler Roessel de Phemex, plataforma nacida en Singapur en 2019 de negociación de Bitcoin, Altcoins y otras Criptomonedas, asegura que la crisis ha llevado a un «vuelo hacia la calidad» entre los usuarios y comerciantes de criptomonedas que están aplicando mucho más escrutinio no solo a la naturaleza del instrumento, sino también a la plataforma en la que se encuentran. «Esto es solo un ejemplo de la industria madurando y respondiendo a las expectativas de transparencia de los usuarios”, dice.

Por su parte, Emilio Pardo, country manager para Colombia de la startup financiera Bitso, asegura que esta crisis “forzó a un fortalecimiento para la industria cripto, priorizando las medidas regulatorias, y de cumplimiento, así como las prácticas internas de las empresas para poder garantizar a los usuarios seguridad, transparencia y confianza”.

Sale el sol

En ese contexto, en 2023 y desde la perspectiva de Roessel el sector cripto seguirá siendo una buena manera de abordar problemas particulares para empresas e individuos: «Es esencial que los comerciantes y usuarios tengan claro cuál es el problema. Por ejemplo, las pequeñas empresas están usando criptomonedas para enviar y recibir pagos a nivel internacional de manera mucho más económica que si usaran los servicios bancarios tradicionales. Otras empresas están invirtiendo en criptomonedas como una «cobertura» (inversión alternativa) contra la depreciación de la moneda o la inflación”.

Para Pardo, durante el 2023 se pondrá un gran foco en la importancia de establecer marcos de operación para todos los jugadores del ecosistema que se enfoquen en proteger a los usuarios y a su patrimonio. 

“En estos tiempos, cada vez más compañías reconocen el valor de los servicios financieros basados en cripto para fortalecer su propuesta de valor a sus clientes, reduciendo costos y entregando servicios en tiempo real. Según estudios, durante los próximos tres años el uso de cripto por parte de instituciones financieras y empresas aumentarán un 76% y 71%, respectivamente. En esa línea, más de 1.500 clientes institucionales de Bitso ya transaccionan activamente a nivel global”, sostiene Pardo.

En conclusión, a pesar de la crisis, la industria de las criptomonedas no morirá. Su funcionamiento va más allá de la volatilidad o el cripto invierno, pues al estar basado directamente en las posibilidades de la tecnología cripto no se ve impactado por las circunstancias de mercado.