En la segunda entrevista de la serie de conversaciones que sostuvo el experto en minería, Francisco Santa Cruz, Mining & Industry Business Manager en Option, el cofounder y CEO de TIMining adelantó que la startup está buscando levantar una nueva ronda de capital, la que será la Serie B del emprendimiento minero. El próximo martes develaremos los planes de Yoy Simulators, otro emprendimiento minetech, al que luego se sumarán Tecnobooking Zyght.

-¿Cómo se formaron los founders y cómo llegaron a la minería?

-En 2011 se conocieron Carlo Soto y Nolberto Contador en el programa de proveedores de clase mundial de BHP. Ahí vieron que existía la oportunidad de trabajar juntos y de crear una empresa que iba a tener sus propios productos. En principio, se orientaba hacia la geotecnia, pero sin limitarse a eso y así se crea TIMining: Carlo ponía la capacidad para hacer desarrollo de software, y Nolberto el conocimiento del problema geotécnico, la red de clientes y ‘lucas’ para partir. Yo estuve en una consultora de innovación, así conocí a TIMining y levantamos un fondo para financiarnos y trabajar un año en conjunto. Eso fue en 2016 y trabajamos el año completo. Ahí es donde vimos que TIMining tenía una buena oportunidad de posicionarse a nivel global, la startup tenía productos muy potentes y resolvía problemas que nadie más había podido resolver. Cuento corto, me invitaron a participar como late cofounder.

-¿Qué hace TIMining?

-Nosotros ayudamos a la parte extractiva de la mina a mejorar su eficiencia y responder más ágilmente a los cambios que suceden. Nuestras soluciones permiten que los usuarios entiendan qué está pasando en tiempo real, qué ha pasado en el pasado y los ayudamos a proyectar el futuro con herramientas de simulación. Lo hacemos conectándonos a los datos que existen de todo tipo de sensores y fuentes de datos, y armamos un modelamiento digital de la mina, un gemelo digital de todos los procesos integrados, en 3D.  

¿Cómo ha ido pivotando la idea original en el tiempo?

-Partimos con foco en geotecnia, y luego vimos que la misma lógica aplicaba a otros procesos de la mina, y construimos productos específicos para cada proceso. En el último par de años, hemos trabajado intensamente en desarrollar una plataforma tecnológica que integra todos los procesos. Sobre esa plataforma podemos construir soluciones de forma mucho más eficiente. La minería está transitando con fuerza hacia la autonomía y tiene una gran oportunidad de aumentar la productividad, para que eso se resuelva se tendrán que desarrollar sistemas inteligentes de apoyo a las decisiones y automatización de tareas, y queremos ser parte de eso. Estamos usando estos modelos de minas para entender cómo funciona y para desarrollar modelos de simulación con los que se pueden entrenar sistemas de inteligencia artificial. 

-¿Cómo y en qué indicadores impacta su producto/servicio?

-En el mundo de la geotecnia, las principales métricas son de la seguridad y la continuidad operacional. En el mundo del monitoreo del desempeño en tiempo real, las principales métricas en las que impactamos son la productividad de la mina, la mejora la utilización de equipos y en la capacidad o eficiencia de transporte mejora de la adherencia a los planes.

-¿Cuáles son sus proyecciones de negocio para los próximos años?

Fuerte, a toda velocidad. Queremos multiplicar nuestras ventas más de diez veces en los próximos tres años. La cantidad de TIMiners se va a multiplicar en tres o cuatro veces en los próximos tres años (hoy somos 75), en los cinco continentes y en más de 100 minas. Ahora estamos en ocho países y más de 30 minas. Tenemos clientes en Australia, Canadá, Estados Unidos, Indonesia, Chile, Colombia, Perú y Brasil, y propuestas activas en Sudáfrica, Zambia, Ucrania, Rusia, hartas partes. También buscamos abrir nuestra primera oficina en Australia el año pasado, aunque no fue un buen año para partir.

Generar soluciones «aspirina» y no «vitamina»

¿Qué barreras a nivel técnico, de negocio y de cultura existen en el rubro?

Hay pocos emprendedores se quieren enfocar en minería. Los universitarios muchas veces no saben de minería porque la minería en el día a día no se ve y tampoco se sabe que hay desafíos de ingeniería e innovación súper interesantes, se pueden inventar muchas cosas. Otro aspecto es saber con quién hablar y en qué problema enfocarse. No hay que diseñar “para la minería”, hay que diseñar para usuarios reales, con problemas concretos. En esta línea se ha avanzado bien con programas de innovación abierta como los que ejecuta el programa Expande y otros. También el tema de los plazos. La minería se mueve lento, los ciclos de venta son muchas veces de más de un año, y no hay billetera o paciencia que aguante.

¿Qué elementos son fundamentales para poder convencer y cerrar el trato?

-Hay que saber decidir entre «vitamina o aspirina», con esto me refiero a que la aspirina es para el que tiene dolor de cabeza y que está que explota, pero a todos se nos olvida tomarnos las vitaminas porque el efecto no es inmediato. En ese sentido, yo recomiendo hacer productos «aspirina», apuntar a alguien que tenga un dolor que ojalá no lo deje dormir. Lo otro es encontrar al dueño del dolor. Este problema pasa en lugares específicos y le ocurre a personas específicas, pero el desafío es encontrarlas. Hoy, en LinkedIn es más fácil encontrar la persona que parece correcta, enviarle un mensaje y ver si esa persona tiene efectivamente el dolor.

¿Qué elementos clave se requieren para exportar el negocio?

Un elemento es el inglés, es clave que el equipo tenga la capacidad de hablarlo a un nivel excelente. No se va a poder vender si no se puede presentar la propuesta bien en inglés. Otro asunto es el plantearse ser una startup global. El nivel regional te va a quedar chico rápidamente. Hay que tratar, desde el día uno, venderle a minas en otros países y creerse el cuento. Nosotros entramos antes a Canadá que a Perú.

-¿Cómo es la relación con los VC, inversionistas ángeles y/o con privados?

-Nosotros tuvimos harta suerte y harto apoyo. Uno de los fundadores tenía las «lucas» para partir porque tenía su negocio que funcionaba bien. En diferentes proyectos Corfo levantamos cerca de $400 millones, también fue un gran apoyo. Tuvimos mucha serte para el levantamiento de serie A, por que Expande nos presentó inversionistas, y ahí cerramos con Aurus, que es un fondo especialista en el sector minero, y con CLIN que es el brazo de inversión de Fundación Chile. Ahora estamos haciendo un levantamiento Serie B, y se nota que la minería es una industria desconocida, con pocos clientes, y eso no acomoda a los VC tradicionales. Creo que en Chile hacen falta más inversionistas con foco minero, para que las innovaciones en minería puedan surgir. Para nuestro nuevo levantamiento estamos conversando principalmente con fondos extranjeros. 

-¿Qué valores, actitudes y características personales crees han sido fundamentales para alcanzar el éxito que tienen actualmente?

La honestidad y transparencia. Somos muy correctos, nunca hemos hecho algo que nos daría vergüenza contar que hicimos. También la motivación que tenemos, nos encantan los desafíos y los problemas que podemos resolver, inventar soluciones que los clientes amen y que generen impacto. Lo tercero es nuestra responsabilidad, creemos que llevar nuestras soluciones al mundo es una responsabilidad. Si inventamos algo que salva vidas, que aumenta la productividad y la vida útil de las minas existentes, tenemos que llevarlo al mundo y maximizar su impacto.