La alianza buscará maximizar el rendimiento de los cultivos con IA y aplicarla en algunos de los productos y asesorías que BASF distribuye y ofrece.
En el mundo del emprendimiento moderno, la sinergia y asociación entre empresas suele ser clave en el desarrollo económico. Por lo mismo, BASF y Instacrops decidieron unir fuerzas para potenciar su oferta de valor, aportando inteligencia artificial en el manejo de soluciones agrícolas.
BASF -fundada en Alemania en 1865-, es una de las principales empresas de agroquímicos a nivel mundial, con foco en la industria del agro, donde se encuentran ampliamente posicionados, liderando el desarrollo de soluciones que entreguen mayor calidad y productividad a los campos, de la mano con apoyar y liderar la agricultura sostenible.
“Para BASF es muy importante estar conectados con la tecnología y con startups, puesto que entendemos que es una forma de innovar ágilmente aportando valor de cara a nuestros clientes. Por ese motivo, fue elegido Instacrops puesto que creemos fuertemente que la inteligencia artificial y el uso de herramientas digitales serán la clave para solidificar la sostenibilidad de la industria”, cuenta Claudio Betanzo, Gerente de Soluciones Agrícolas en BASF Chile.
Asimismo, Mario Bustamante, CEO y cofundador de Instacrops, agrega que con esta alianza se pretende impulsar un nuevo modelo de negocios para la llamada región andina -Chile, Perú, Ecuador y Colombia-, con foco en la tecnología y sostenibilidad.
“Queremos cambiar la forma en que se hace agricultura, cambiar los paradigmas. A través de esta alianza con BASF, una empresa internacional que tiene mucha experiencia en investigación, y que desarrolla productos de alta tecnología y son líderes en el mercado, queremos cambiar la manera en que el agricultor integra la tecnología en los campos”, explica Bustamante.
Ventajas
La alianza va más allá de la venta de productos o servicios. “Considerando la experticia de Instacrops como startup AgTech, la idea es empaparse con el reconocimiento mundial de BASF para masificar el desarrollo tecnológico en el agro, adaptación que va más lento de lo que se quisiera”, explica el fundador de Instacrops.
“Aunque hay recambio en la administración de los campos por gente más joven sigue habiendo resistencia a la hora de adoptar tecnologías. Este proceso es lento, pero nuestro trabajo es ir empujando ese cerco de inclusión tecnológica”, agrega el ejecutivo de Instacrops.
Futuro del agro
“Chile fue definido como una potencia agroalimentaria hace varios años y estas tecnologías probablemente tengan un impacto mayor en aquellos cultivos que requieren acompañamiento tecnológico, como son las exportación, donde los consumidores finales son muy exigentes con la carga química de los alimentos”, asegura el ejecutivo de BASF
“Nos acercamos a la etapa de implementación de 3 productos comerciales para que esto se transforme en un servicio deseable para el productor y que, ocupando nuestra red de distribución, llegue a la diversidad de clientes que existen en el país”, cierra el ejecutivo de BASF Chile.
“Parte de estas soluciones tiene un impacto medioambiental directo, ya que permite desarrollar una agricultura que necesita menos uso de recursos. Esto mismo tiene un valor en el desarrollo económico del agricultor, lo que permite que este crecimiento sea sustentable”, cuenta Bustamante.