Landopp surge en 2021 de la mano de sus 3 fundadores: profesionales +50 que, además de su trayectoria, comparten una profunda preocupación por el cuidado del planeta y el deseo de aportar soluciones frente a problemáticas como la contaminación plástica.
Nuestro desarrollo consiste en la creación de un biopolímero, aprovechando la biomasa de cáñamo industrial, con propiedades similares al plástico tradicional pero de base biológica.
Se trata de un material plastificable de origen orgánico y renovable, fabricado principalmente de la extracción de fibras y polvo fino del tallo de la planta de cáñamo.
La innovación radica justamente en reemplazar los componentes contaminantes derivados del petróleo por ingredientes naturales como el cáñamo, logrando un producto industrialmente útil pero ecológico, que puede degradarse completamente al finalizar su vida útil sin dejar residuos dañinos.
Este desarrollo permitiría sustituir aplicaciones actuales del plástico convencional, generando un impacto ambiental positivo.
Hasta el momento, la principal fuente de financiamiento de Landopp ha sido el capital aportado por los propios socios fundadores (bootstrapping).
