Las argentinas Pomelo, Wallbiy Pay y VICI, tienen en la mira al rol de sus áreas financieras, el revenue y la escalabilidad.

Lograr convertirse en unicornio y concretar un exit o un IPO, eran hasta hace no mucho los principales objetivos en la lista de los founders, pero hoy a estos se sumo -y muy por arriba de la lista- un nuevo norte: el ser rentables.

Y es que el contexto económico global, sumado a los últimos acontecimientos, cómo la caída de Silicon Valley Bank en marzo recién pasado, han intensificado los criterios de inversión de los venture capital, limitando el acceso a capital por parte de las startups, lo que a su vez ha provocado la necesidad ser alcanzar la rentabilidad rápidamente.

Pero, ¿qué acciones están tomando los founders para conseguir esa difícil, pero necesaria meta? Conversamos con tres emprendedores argentinos que nos contaron sus planes para lograrlo. Tres modelos, tres negocios diferentes, tres desafíos de surfear la ola.

Pomelo: ojos en el CFO

Pomelo, fintech argentina que desarrolla soluciones de digital accounts y tarjetas para que fintechs y empresas lancen y escalen servicios financieros en América Latina, ha levantado más de US$ 60 millones a la fecha y ya tiene un marcha una estrategia para lograr ser rentable.

Uno de sus focos para lograr la rentabilidad de la empresa está en el rol del CFO. Desde allí, además de operar de forma eficaz el negocio en el día a día y asegurar la liquidez de corto plazo, también generan información financiera íntegra y precisa para lograr una correcta toma de decisiones con foco en la rentabilidad y sostenibilidad del negocio a largo plazo, señala Tomás Gutiérrez Rüegg, CFO de Pomelo.

«A la hora de pensar en la rentabilidad del negocio, es importante buscar la escalabilidad del mismo y contar con altos estándares de eficiencia operativa con el fin de mejorar la productividad», indica el ejecutivo.

En cuanto a producto, en 2023 buscan continuar desarrollando mejoras en su solución. «Nuestro principal objetivo en lo que resta del año es continuar afianzando nuestra presencia en los seis mercados donde operamos, permitiendo que nuestros clientes ofrezcan sus productos fintech a más de 450 millones de personas en la región«, dice el CFO de Pomelo, startup que cuenta con operaciones en Argentina, Brasil, México, Colombia, Perú y Chile.

Wallbit Pay: foco en el revenue

Wallbit Pay, fintech argentina que busca ser una solución para la inflación, ya que permite cobrar en dólares y convertir el saldo a cryptos, tiene como planes para 2023 tener un buen desempeño en el demo day de Y combinator -son parte del batch de invierno- y buscar la rentabilidad de la empresa.

«Hoy estamos muy cerca de alcanzar nuestra rentabilidad, y esa es la dirección que vamos a tomar para el resto del año. Queremos crecer y desarrollarnos a partir del revenue, porque eso significa que estamos construyendo un producto que resuelve un problema real, que aporta valor, y que por eso nuestros usuarios pagan por el servicio», manifiesta Rodrigo Vidal, cofundador y CEO.

El objetivo es lograr un esquema de monetización saludable para Wallbit Pay y para sus usuarios. La definición de comisiones, los costos operativos, entre otras cosas son las variables que pueden tocar para lograr que Wallbit sea una empresa rentable.


VICI: reuniones con sus inversores

VICI es una app de delivery que funciona en las ciudades del interior de Argentina y que apuesta por los comercios locales. Hoy, ya tienen logística en tres ciudades del país y buscan alcanzar una decena en 2023.

«Nuestro foco es que los índices económicos que tenemos en la startup sean saludables y lograr el punto de equilibrio de las operaciones sin comprometer al crecimiento. Volvemos a los ejes de cualquier negocio, donde primero es un negocio y luego hay que crecer; lo fundamental a fin de mes es que los números te cierren», destaca Agustin Parraquini, cofounder y CEO de Vici.

Mes a mes se asesoran y tienen reuniones con sus inversores, aunque al final del día son los founders los que toman la decisiones. «Si bien hay que focalizarse en ser negocio, tampoco hay que llegar al límite de ser un kiosco. Hay que poder trascender, no comprometer la posibilidad de la escalabilidad de la empresa», opina Parraquini.

Ya cuentan con más de 800 negocios en todo el país y buscan expandirse a ciudades en Chile; para lograrlo están cerrando una nueva ronda de inversión.