En 2022 en Latam, siete de las diez startups valorizadas en más de US$ 1.000 millones, pertenecen a estas industrias, por ejemplo, la chilena Betterfly y la mexicana Stori.

Sólo seis países latinoamericanos cuentan con unicornios: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Uruguay. Brasil reúne a la mitad de estas empresas con un total de 25; Argentina lo sigue con diez y México con nueve. En total, la región cuenta con 49 empresas de base tecnológica valuadas en, al menos, US$ 1.000 millones.

Dentro de este grupo tan codiciado están las fintechs y la insurtechs las que levantan la mano y encabezan la delantera, de acuerdo a data de la industria: a septiembre de este año y de acuerdo con data de Crunchbase, de los 1.200 unicornios que existen a nivel global, más de 220 son de estos sectores. Además, en 2022 en Latam, siete de las diez startups valorizadas en más de US$ 1.000 millones, pertenecen a estas industrias, por ejemplo, la chilena Betterfly y la mexicana Stori. Asimismo, según Latinometrics, del total de unicornios en el mundo, 21% son fintech, mientras que en la región 44% pertenecen a este sector

“Pese a la crisis financiera mundial que estamos atravesando, existen grandes problemas estructurales en la región, entre ellos la baja inclusión financiera, bancarizacion y digitalizacion del sector financiero. Las startups que solucionan problemas en este espacio tienen un menor impacto del contexto macro porque los problemas son reales y por eso las oportunidades siguen manteniéndose en el tiempo”, explica Lorena Suarez, managing partner de Alaya Capital sobre el por qué son estas las startups que se preveen pertenecen más al selecto grupo de unicornios.

En la actualidad, el mercado insurtech en Latinoamérica ha tenido un crecimiento del 18%, alcanzando 464 startups del sector seguros, según el Insurtech Latam Journey. En lo que refiere a las fintech, la Alianza Fintech Iberoamérica indica que en los 13 países de la región funcionan hoy al menos 1.635 fintech, de las cuales casi el 25% se aboca a pagos y remesas.

Cristián Olea, managing partner en Manutara Ventures, asegura que se debe particularmente a la brecha grande que hay en la región en cuanto a bancarización y la gran cantidad de población joven en nuestros países: “Cuando juntas esto, el bajo acceso a bancarización, con muy poco openbanking; y por otro lado, una población joven con mucho acceso a internet, y muchas pymes también, generan un tremendo espacio para la disrupción de las industrias tradicionales (bancos, aseguradoras y otros establecidos). Allí entonces vemos la irrupción de Neo Bancos, startups de fintech de lending, ahorro e inversión creciendo a niveles importantes, y por ende transformándose en unicornios·.

Según un estudio de Statista, la expansión de las fintech en América Latina proyecta más de 300 millones de usuarios para 2025. “Vemos oportunidades fintech crossborder, por lo que invertimos en Sixclovers, una empresa de infraestructura financiera que permite mejorar el movimiento de dinero entre países. También invertimos en Lemon Cash, una billetera virtual que integra las finanzas tradicionales con las criptomonedas”, detalla Suarez y agrega que hoy se encuentran invirtiendo en startups de hispano américa que resuelvan problemas estructurales en áreas como, educación, fintech, insurtech, proptech e Inteligencia Artificial.

“La región tiene una enorme cantidad de migrantes que envían remesas a sus países de origen, que muchas veces representan un porcentaje muy alto de los ingresos. Esto ha generado propuestas de valor locales que quizás no tendrían tanto sentido en países desarrollados, pero que en Latam han crecido exponencialmente. Además, estos emprendimientos tienen un gran potencial de escalar hacia otras regiones no desarrolladas como Asia o África, donde tienen los mismos desafíos”, agrega Alan Farcas, general partner de Impacta VC y director de Fundación Chile.

Payana

Si de fintechs que dan que hablar se trata, eso mismo está haciendo Payana, la startup que lidera el argentino Matías Umaschi y que apunta a las finanzas de pequeñas y medianas empresas colombianas. Desde su desembarco en Colombia, fue recibida con una respuesta positiva, y en poco tiempo ha logrado reunir una comunidad de más de 300 clientes activos.

Respecto a por qué llevar la Fintech a Colombia se explica a que el país ha visto cómo las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) se convierten en piezas fundamentales de su economía, aportando el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y brindando empleo a más del 80% de la fuerza laboral del país.

Unicornios en Latam

El estudio de PRODEM “Unicornios y ecosistemas en América Latina”, detalla que tres de cuatro unicornios latinoamericanos venden más de US$ 100 millones al año y que también el tiempo para poder convertirse en uno se ha acortado de manera significativa: mientras que en los comienzos de los 2000, las startups tardaban 20 años en alcanzar esta categoría, hoy sólo les toma cuatro.

Mientras los mayores tiempos corresponden a empresas de Brasil y Argentina (alrededor de diez años), los más veloces son los de México, Chile, Colombia y Uruguay (entre tres y seis). Los más “jóvenes” han podido aprovechar un escenario internacional de acceso a la inversión de venture capital más favorables; en este apartado se encuentran las startups fintechs e insurtechs.

“En primer lugar, es posible identificar a la mitad de los fundadores de unicornios
con algún rol en el ecosistema, reflejando fenómenos de reciclaje emprendedor.
Lo más usual es verlos como inversores ángeles de otros emprendimientos (27%), aunque también es posible encontrarlos creando fondos de inversión (21%) o jugando un papel de mentores (21%), especialmente en Argentina. Por último, está su contribución como modelos inspiracionales (dos de diez)”, detalla el informe de PRODEM.