- Nota auspiciada por Guardline.
- Según Rafael Nova, CEO y cofundador de Guardline, los "ciberdelincuentes" aprovechan las "brechas en los hábitos" y comportamientos de los usuarios para acceder a datos valiosos.
- Los principales riesgos al ser víctima de un fraude: Pérdida de Información o Pérdida Financiera; Pérdida de Reputación; y Multas y Sanciones.
- Estas son los principales pasos a seguir para combatir el ciberataque: Suspender Actividades Afectadas; Investigar y Documentar; Notificar a las Autoridades y Stakeholders; y Fortalecer Medidas de Seguridad.
En la actualidad, la Ciberseguridad se ha convertido en una preocupación primordial en las empresas y startups. Para Rafael Nova, CEO y cofundador de Guardline, startup panameña de gestión de riesgos, las amenazas como el «phishing –método para engañar y información confidencial– y la ingeniería social» encabezan la lista de riesgos más comunes. El emprendedor indica que aquel riesgo destaca por tener la capacidad de explotar las vulnerabilidades humanas y tecnológicas.
El emprendedor explica que los «ciberdelincuentes» aprovechan las «brechas en los hábitos» y comportamientos de los usuarios para acceder a datos valiosos. Añade que posteriormente estos datos se utilizan en fraudes financieros o suplantación de identidad. «La efectividad de estos métodos reside en la habilidad del atacante para manipular a la víctima, donde hace que revele información confidencial», puntualiza Nova.
Principales casos y los riesgos de un fraude
El founder comenta que en la actualidad, el robo de identidad y el uso de deepfakes están en aumento. «Los ciberdelincuentes utilizan avatares creados con inteligencia artificial (IA) para realizar fraudes. La información en la dark web es cada vez más accesible y económica, permitiendo que una tarjeta de crédito física con un límite de US$ 5 mil se pueda adquirir por tan solo US$ 20 dólares», detalla el CEO.
Bajo aquel contexto, Nova explica que actualmente estos son los principales casos de riesgo: «La «Pérdida de Información o Pérdida Financiera«, este es el más común ya que los atacantes logran sustraer datos sensibles o dinero de las víctimas; «Pérdida de Reputación«, donde las organizaciones afectadas pueden sufrir daños en su reputación, lo que lleva a una pérdida de confianza por parte de los clientes y socios». Añade que las «Multas y Sanciones«, cada vez toman más fuerza. «Las regulaciones de protección de datos imponen multas severas a las empresas que no protegen adecuadamente la información de sus usuarios. En algunos casos, los responsables de la ciberseguridad pueden enfrentarse a juicios y penas de cárcel por incumplimiento», asegura.
Soluciones tecnológicas para mejorar la ciberseguridad
A pesar de la gravedad de las amenazas, existen soluciones tecnológicas avanzadas que ayudan a mitigar estos riesgos. En ese sentido, Nova menciona que el uso de la inteligencia artificial (IA) en un software desarrollado internamente permite a las empresas identificar y prevenir fraudes de manera más eficiente. «La experiencia práctica de equipos especializados en fraude y ciberseguridad, con más de 15 años en el sector financiero y e-commerce, proporciona un conocimiento profundo sobre cómo abordar estos desafíos», comenta el CEO de Guardline.
Aún así, el emprendedor indica que un desafío importante es la fragmentación de datos. «La IA ha transformado nuestra capacidad para prevenir el fraude, pero necesitamos una mejor centralización y compartición de datos para ser realmente efectivos«, enfatiza. Junto con eso, el founder señala que estos son los pasos a seguir de una startup al ser víctima de un fraude: Suspender Actividades Afectadas; Investigar y Documentar; Notificar a las Autoridades y Stakeholders; y Fortalecer Medidas de Seguridad.
Finalmente, el founder panameño hace un llamado a incorporar medidas robustas de ciberseguridad desde el inicio de un emprendimiento o empresa. «Es esencial contar con expertos en el tema e implementar autenticación multifactor, monitoreo constante y políticas claras sobre cómo actuar en caso de incidentes. La colaboración y el compartir información sobre amenazas y vulnerabilidades son cruciales para mejorar la defensa colectiva contra los ciberataques. De esa forma, se pueden construir negocios resilientes y confiables», afirma.