María Ignacia Jofré de Clay; Tomás Bercovich de Global66 y Manuel Astaburuaga, de Levannta, son algunos de los emprendedores que celebran la iniciativa.

Este miércoles 12 de octubre quedará marcado como un día histórico para la industria financiera de Chile: después de años de debate en el Congreso, se aprobó la Ley Fintech. Así y tras la promulgación de la legislación por parte del Presidente de la República Gabriel Boric, Chile será uno de los pocos países en contar con un marco regulatorio para startups fintech, hito que es mirado con buenos ojos por el ecosistema chileno.

«Esta ley es una tremenda ganancia para el país. Llevamos muchos años esperando esto (…) Es un paso fundamental hacia el Open Banking, de manera que la información de las personas deje de ser de las instituciones y pase a pertenecer a las personas. Es una regulación innovadora y esperamos que le dé un tremendo dinamismo al mercado», comenta María Ignacia Jofré, directora de FinteChile y cofounder y Chief Growth Officer de Clay Technologies, startup que desarrolló un software de contabilidad para pymes.

Tomás Bercovich, CEO y cofundador de Global66, fintech de transferencias de dinero, giros y remesas online, señala que «celebramos que por fin se haya aprobado este proyecto de ley que llevamos esperando hace mucho tiempo y que fortalece el ecosistema. Siempre hemos promovido el establecimiento de un marco regulatorio que entienda realmente cómo funcionan las fintech. Pese a las demoras del proceso, tenerlo finalmente va a ser muy positivo no solo para las Startups que hoy en día buscamos aportar a la inclusión financiera con servicios desarrollados desde la tecnología, sino que es un incentivo para las nuevas generaciones de emprendedores que quieren seguir este camino».

Favorecer la competencia y fomentar la innovación

La iniciativa busca poner al día a la regulación financiera, reconociendo el surgimiento de nuevos modelos de negocio que están apareciendo en el mercado. Algunos de los principales lineamientos de la Ley son la incorporación al perímetro regulatorio de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

Por su lado, Herbert Schulz, cofounder y CEO Radar, fintech que provee un servicio de dispersión de pagos para empresas, plantea que es un día «histórico»: «Es algo que estábamos esperando todos los que trabajamos en esta industria. Hay tres elementos que aporta la Ley. Primero agrega competencia a la industria financiera, que es una de las mas tradicionales y rígidas hoy. La segunda es que empodera a las personas y las hace duelas de sus datos. Lo tercero es que la Ley potencia la innovación,un marco regulatorio va a atraer mas inversión a esta industria que deja de tener tanto riesgo».

En esa línea, el abogado experto en fintech y Socio en CMS Carey & Allende, Diego Rodríguez, agrega que «esta iniciativa tiene por objetivo promover la competencia. El generar un marco regulatorio, que antes no existía para estas empresas, generará justamente ese efecto – proveerá de certeza jurídica a consumidores, proveedores, aliados y a los mismos inversionistas que quieras financiar este tipo de empresas, en su mayoría startups».

Nuevos Desafíos

En términos de desafíos ahora que el proyecto será promulgado, está el poner el foco en la regulación secundaria, que debe emitir la CMF, esto ya que el proyecto considera un plazo de 18 meses para lo anterior y son muchas las precisiones que deberán hacerse, en particular lo referido a los procesos de autorización y registro de las fintech, explica Rodríguez.

«En este proceso tomará especial relevancia uno de los principales pilares de la ley Fintech: la proporcionalidad. Esto es que las exigencias deben ser diferenciadas y proporcionales en función de los riesgos inherentes a las actividades particulares que realice cada entidad. A mayor riesgo, mayores exigencias. Se trata de un principio que ya figuraba dentro de los pilares que adelantó el White Paper de la CMF el año 2019″, dice el abogado.

Asimismo, Manuel Astaburuaga, cofundador y CEO de Levannta, fintech que creó un nuevo producto financiero para dar acceso a financiamiento a startups que operan bajo modelo de ingresos recurrentes/suscripciones, explica que lo que regulará la Ley serán aquellas actividades como crowdfunding, transacción y custodias de valores, asesorías de inversión, etc.

«Hay un montón de operaciones fintech que no caben en estas categoría y no cambia mucha la película. Para las que quedan reguladas, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) va a aplicar un estándar similar al que aplica a las demás compañías que hacen ese tipo de actividades y quizás esto puede hacer más trabajoso el emprender en ese rubro (…) Pero a largo plazo es bueno, porque hará que el sector fintech se robustezca más», afirma Astaburuaga.