En México, más del 70% de los autos circulan sin seguro. En un país donde manejar es casi un deporte extremo, la falta de cobertura representa un riesgo gigante. Pero también, una oportunidad. Una que Crabi, la insurtech nacida en Jalisco, decidió aprovechar con una herramienta poderosa: la inteligencia artificial.

Una ronda millonaria para escalar su visión

La startup acaba de cerrar una ronda de inversión por US$13,6 millones, liderada por los fondos Kaszek e Ignia, ambos referentes en el ecosistema emprendedor de América Latina. También se sumaron 30N, Redwood, Carao, Azuro y Newtopia. ¿El objetivo? Escalar operaciones, sumar nuevos socios estratégicos y seguir mejorando su plataforma tecnológica.

Seguros al estilo siglo XXI

Crabi nació con una idea clara: contratar un seguro de auto debería ser tan fácil y rápido como pedir comida desde el celular. Para lograrlo, desarrollaron una plataforma digital capaz de emitir pólizas en minutos, automatizar la gestión de siniestros y ofrecer precios claros, sin letra chica. Todo impulsado por IA, que interviene en cada etapa del proceso, desde la cotización hasta la resolución de reclamos.

Daniel Bernardez, CEO y cofundador de la startup, lo resume así: “Hemos demostrado que los seguros pueden escalarse de forma rentable cuando se prioriza la automatización, la inteligencia artificial y la experiencia del cliente”. Porque sí, Crabi apuesta fuerte por la tecnología, pero también por cambiar la relación que los usuarios tienen con los seguros: menos fricción, más confianza.

Un modelo propio para romper moldes

A diferencia de muchas insurtechs, Crabi no depende de aseguradoras tradicionales para operar: tiene su propia licencia. Eso le da libertad para innovar y adaptarse rápido. Su estrategia se apoya en alianzas con concesionarios, financieras, empresas de leasing y brokers, lo que le permite llegar a segmentos que históricamente han estado fuera del radar asegurador por cuestiones de precio o burocracia.

Tracción que seduce a los inversores

En solo tres años, Crabi ha logrado duplicar su crecimiento año tras año, y multiplicar su tasa de ejecución por más de veinte. Esa tracción fue clave para cerrar esta nueva ronda, con inversores que no solo ven potencial de negocio, sino también un rol transformador dentro del sector asegurador regional.