Estamos viviendo una etapa inédita en la historia, en la cual los enfoques tradicionales para la gestión de una startup resultan, en el mejor de los casos, insuficientes. En esta línea, no se puede más que estar de acuerdo con la tesis que transmitieron hace unos años los directivos de Sequoia Capital –uno de los principales fondos de venture capital del mundo– quienes introdujeron un concepto denominado ‘espiral de la muerte’.

La idea tiene mucho que ver con el efecto económico que están sufriendo hoy las startups a nivel mundial. El fenómeno explica que un grupo de hormigas, que ha perdido la pista del grupo principal, se junta formando un círculo que gira continuamente hasta morir de agotamiento. Los indicadores económicos tradicionales –tales como el PIB y nivel de desempleo– dan una imagen siniestra del panorama de los años venideros, impregnando todas las capas de nuestra sociedad de un pesimismo que cada día se está volviendo más endémico.

Estamos viviendo una etapa inédita en la historia, en la cual los enfoques tradicionales para la gestión de una startup resultan, en el mejor de los casos, insuficientes

¿Podemos decir entonces que no éramos conscientes de lo que se avecinaba? Siendo crítico, creo que en cierta medida sí lo éramos, pero sin duda era más cómodo dejarnos llevar por la bonanza. Ahora ha llegado el momento de dejar atrás la autocomplacencia y mirar más allá.

Para ello, lo primero es analizar de forma realista la situación de nuestras empresas y sectores en el entorno actual. Como emprendedores, ¿Acaso no deberíamos cuestionar sistemáticamente nuestras propias empresas? Deshaciéndonos de las líneas menos rentables y estratégicas,
cuestionando así la verdadera necesidad de cada gasto.

En resumen, a menos que se disponga de un músculo financiero en condiciones y, aun así, si como empresario no quieres entrar al ‘espiral de la muerte’ debes dejar de guiar tu estrategia a corto plazo, pasando a ser gobernada únicamente por el circulante.