El emprendedor chileno Andrés Jara, es abogado de profesión y siempre tuvo una sensación de desconexión entre la oferta de los servicios legales y la demanda por aquellos servicios, principalmente por asimetrías de información y porque nadie había intentado innovar dentro de la industria legal. Jara se replanteó aquello y se dio cuenta que quienes entregaban servicios en el rubro siempre ofrecían lo mismo: “Todos se comportaban igual, se vestían y cobraban igual, pero no había colusión, simplemente era un tema de que el mercado se había estandarizado”.

En 2008 el abogado se adentró en el «mundillo» emprendedor y comenzó su periplo como mentor en diversas organización, sin embargo, no fue hasta 2015 cuando decidió “pegar el salto” y fundó Alster.law, empresa de servicios legales para startups y gerencias legales de empresas que ofrece asesoramiento en tecnología e innovación, para mejorar la gestión, toma decisiones y todo aquello que sea necesario para el funcionamiento de un estudio.También permite que abogados freelance o independientes, puedan ser parte de su red de talentos y brindar sus servicios.

«Automatizamos procesos, utilizamos IA, tenemos bases de datos, gestión de conocimiento y más (…) abrimos un espectro que ya no solo eran servicios legales y que nos ha permitido tener una base de 2.500 abogados«, comenta Jara, que está aterrizando en el mercado azteca.

México, aquí vamos

El emprendedor comenta que hoy están trabajando en territorio mexicano, pero que aún no han hecho su llegada oficial oficial y esperan poder tener buenas noticias relacionadas con aquello para fines de este año. «Es una tremenda oportunidad, ya que México está viviendo un momento geopolítico muy relevante, con el desarrollo de nuevas oportunidades y negocios en su relación bilateral con EE.UU. Lo que está cambiando condiciones en un mercado que tiene un tamaño también sumamente atractivo».

Asimismo, Jara añade que por el momento están en una fase de exploración. «Estamos invirtiendo todos nuestros recursos y capacidades. Ahí es donde la esencia del emprendedor cobra relevancia porque tenemos la capacidad de poder modificar nuestro curso», afirma.