El emprendedor fue uno de los principales speakers del primer día del Startups Latam Week que se llevó a cabo en Ciudad de México, charla que tuvo como foco la necesidad de tener una cultura interna robusta.

Emprendió y fracasó, se convirtió en cantante y se fue de gira, pero años después las ganas de crear algo con tecnología volvieron a él y decidió fundar una nueva startup. Así es la historia del mexicano Manolo Atala, CEO de la fintech Fairplay, que entrega capital de trabajo a plataformas de ecommerce.

«En un momento, antes de fundar la startup, me invitaron a participar en un fondo de inversión en un VC, desde esta experiencia nace la idea de lanzar Fairplay, ya que al fondo llegaban muchísimas empresas de ecommerce, que pues no son venture backup, hay muchísimas empresas que venden en línea, que no son parte de la tesis de inversión de un fondo VC», cuenta Atala.

La startup se ha convertido en un caso de éxito del ecosistema mexicano y latino: fue elegida una de las startups destacadas por el Informe Startups Latam 2022, el año pasado la startup cerró una ronda Serie A por US$ 35 millones -en deuda y equity- con Dila Capital, Kayyak Ventures y Architect Capital, y ayer martes Manolo fue uno de los principales speakers del primer día del Startups Latam Week que se llevó a cabo en Ciudad de México, charla que tuvo como foco la necesidad de tener una cultura interna robusta.

«Nosotros comenzamos queriendo crear una compañía que tuviera una cultura bien particular, diseñamos la cultura cuando no había ni siquiera empresa. La mezcla de las dos personalidades, mi cofundador muy técnico y la mía muy comercial, hacía que si no definíamos muy bien cómo íbamos a diseñar la cultura para la compañía, podía ser una catástrofe, o nos podíamos contradecir muy rápido en el tiempo, por las maneras de ser de cada quien, entonces diseñamos los valores y esos valores hoy siguen siendo exactamente iguales», explica el founder.

En ese contexto, el emprendedor plantea que una startup puede desarrollar buenos productos, pero puede no funcionar si se tiene una muy mala cultura, «porque al final del día la cultura se te puede romper la compañía». Y el deber de quién define esto es el founder: «Si no permean la cultura en el middle management, ese middle management no la va a comunicar de manera correcta hacia todos los demás equipos y se va a volver de verdad un problema gigante, ¿por qué? porque los founders van a estar enfocados en crecer, en vender, en operar, levantar dinero, etcétera».

Deck de cultura y otros tips

Una de las fórmulas que Atala menciona es generar un deck de cultura, similar al del negocio que se presenta ante los VCs: «Creo que eso es una muy buen guía y nosotros nos dimos cuenta hasta el año tres, o sea, ese deck de cultura lo acabamos de hacer hace seis meses o poco menos». Además, el CEO recomienda poner «ojo» en el talento y sus personalidades, y su impacto en la cultura organizacional, «puedes traerte al mejor arquitecto de software que hay en el planeta tierra, pero puede romper la cultura». Asimismo, contar con un set o framework de valores.

«La cultura tiene un peso demasiado grande en el futuro de la compañía, a veces más del lo que nosotros le damos o el que nos da tiempo de hacer en el día a día porque nos come la operación, etc. Es algo que por lo menos yo en los últimos ocho meses me he enfocado muchísimo más. Abracen el tema cultural porque les va a beneficiar bastante más de lo que creen y los puede perjudicar bastante más de lo que creen también. Subestimamos mucho el pro y el contra de una buena cultura en la compañía», sostiene Atala.