Sólo basta con escuchar un par de podcast sobre los inicios de emprendedores exitosos para darse cuenta de que el mínimo común denominador de todas esas historias de superación son los 563 inversionistas que rechazaron a los emprendedores, antes de que alguien creyera en ellos y los ayudara a cambiar el mundo.

En general, a posteriori, pareciera obvio que esa gran mayoría de inversionistas eran unos idiotas insensatos, que no tuvieron la capacidad de analizar de buena forma la oportunidad.

¿Pero, qué pasaría si dijera que un indicador de que un emprendedor tiene una startup de alto potencial en sus manos, es que una gran cantidad de inversionistas no muestren interés por tu solución?

Esa es la teoría de Andy Rachleff, cofounder de Benchmark Capital, un consagrado de las inversiones en Estados Unidos. Su teoría indica que las hipótesis para montar una  startup se pueden clasificar en un gráfico de 2×2. En una dimensión la hipótesis puede ser correcta o incorrecta y en la otra puede ser consensuada o no-consensuada (consensuada en términos de que evidentemente es una buena idea).

¿Pero, qué pasaría si dijera que un indicador de que un emprendedor tiene una startup de alto potencial en sus manos, es que una gran cantidad de inversionistas no muestren interés por tu solución?

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Está claro que si la hipótesis es incorrecta, se va a fallar y no hay otro camino más que pivotear la solución. Menos intuitivo es que una hipótesis correcta (y la capacidad de ejecutarla) no es condición suficiente para que le vaya bien al emprendedor.

La mayoría de las personas no se dan cuenta que si están en el cuadrante de hipótesis correcta y consensuada, por lo general no alcanzarán el éxito. Esto es porque la startup puede estar basada en un potente insight, pero si es demasiado obvio, otros VC también financiarán a más competidores que busquen emularte. De esa forma, a medida que la competencia inunda el mercado, los precios se erosionarán y los ciclos de ventas se alargarán, afectando negativamente a la startup y su futuro crecimiento.

La no existencia de consenso y tener una hipótesis correcta le da a la startup el tiempo necesario para sobrevivir y adaptarse. Nadie querrá entrar a competir tempranamente a un mercado que la mayoría vislumbre como de poco potencial. Esto le da tiempo a la startup para dominar habilidades diferenciadoras y desarrollar fortalezas para cuando ingresen competidores. 

Es así como algunos de los avances más importantes de la historia provinieron de conocimientos no convencionales. La teoría de la gravedad, la geometría euclidiana y la noción del sistema solar fueron propuestas por herejes en su tiempo.

Por lo que si una startup está en un proceso de levantamiento de capital y ha recibido muchas negativas, más que frustrarse, tiene que tomarlo como parte del proceso y alegrarse, porque será a futuro una barrera de entrada para tus competidores, la cual le permitirá obtener la tan necesaria ventaja inicial.