Un estudio de la Asociación de Venture Capital y Private Equity de América Latina indicó que en 2021, los venture capital invirtieron US$ 15.867 millones en startups de la región, marcando una cifra récord. En dicho periodo las empresas emergentes, con ideas disruptivas capaces de transformar el mercado, llamaron la atención de grandes
inversionistas nacionales y extranjeros.

Sin embargo, el panorama cambió producto de lo que estamos experimentando a nivel
global, creando como efecto una disminución de los montos de inversión y una mayor
cautela en relación a la valorización de nuevos proyectos. Ahora bien, el ecosistema emprendedor se instala ante un 2023 donde será clave maximizar la rentabilidad, así como los impactos positivos inherentes a la propuesta de valor.

¿dónde están las oportunidades para 2023? En el triple impacto, en el desarrollo de la economía circular, en tecnologías con foco en la reducción de la contaminación y en procesos de producción sustentables.

Ignacio Parada, cofundador y CEO BioElements.

Esto significa que los emprendimientos que se sustenten en el triple impacto, adoptando lineamientos de trabajo con una mirada en lo social, medioambiental y económico, tendrán nuevas opciones para levantar capital, junto con una mejor percepción reputacional desde sus públicos de interés.

Emprendimientos locales como la foodtech The Live Green Co logró en 2022 el levantamiento de capital por US$ 7 millones. Photio, una cleantech que por medio de la tecnología busca descontaminar el aire de los gases de efecto invernadero fue respaldada por el MIT. Hace poco, desde BioElements levantamos capital por US$ 30 millones a inicios de este año, lo que fue posible gracias al fondo de impacto ESG de Investment Banking de BTG Pactual.

Estos ejemplos demuestran que aquello es posible en periodos de volatilidad económica, más aún cuando los emprendimientos tienen como propósito contribuir con soluciones a problemas que afectan a la sociedad.

Las oportunidades se vuelcan hacia una red de emprendedores, a una nueva generación, unida desde acciones dirigidas a contrarrestar el cambio climático

Ignacio Parada, cofundador y CEO BioElements.

Pero ¿dónde están las oportunidades para 2023? En el triple impacto, en el desarrollo de la economía circular, en tecnologías con foco en la reducción de la contaminación y en procesos de producción sustentables. Los ejemplos citados son una muestra de confianza, una brisa de optimismo para la red de emprendedores, aunque tengamos el deber de reenfocar nuestra estrategia corporativa, pasando de la tradicional medición del crecimiento económico como único factor para definir el éxito, a un análisis que considere además el impacto social y ambiental.

Cuando se cumplen estos tres puntos, una organización puede calificarse a la vez sustentable y sostenible. Por eso, ante la incertidumbre económica, y tal como comentó hace unos días la aceleradora Start-Up Chile, las inversiones y los recursos estarán puestos en startups más focalizadas, porque los inversionistas buscarán objetivos de menor riesgo.

Esto llevará a que los emprendimientos postulantes deban estar mejor consolidados y muestren mayor potencial de crecimiento para obtener capital. En este punto, las oportunidades se vuelcan hacia una red de emprendedores, a una nueva generación, unida desde acciones dirigidas a contrarrestar el cambio climático.