Plataforma que ha permitido acelerar la transición de las empresas hacia el desarrollo sustentable a través de su tecnología, notificaciones en tiempo real y herramientas de gestión.

Cada día las compañías entienden más que la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una obligación. Una empresa sostenible podrá estar dentro de una cadena de valor; si no cumple este perfil, repercutirá en sus resultados.

“La crisis ambiental global que experimenta el planeta y los cambios de preferencias que tienen los consumidores exigen que las marcas, productos y servicios sean sostenibles, por lo tanto, una marca que no tenga ese enfoque va a quedar tarde o temprano desplazada frente a la preferencia de los consumidores”, explica Cristian Bustos, fundador de Beeok, un software que revisa, analiza e informa diariamente -a primera hora-, las múltiples fuentes de información en materia de normativa ambiental, laboral, y salud y seguridad, como también el Diario Oficial, Ministerios, Servicios de Salud, Superintendencias, Servicios Ambientales y Seguridad.

“Aspiramos a que nuestras formulaciones, posibles desarrollos o incluso materias primas, sean de alguna manera menos peligrosas. Si idealmente nosotros podemos sustituir alguna materia prima de carácter peligroso, lo hacemos”, afirma Cristopher.

Rodrigo Orellana, coordinador HSEQ en TCI-GECOMP explica cómo ha sido trabajar con Beeok: “Ha servido bastante porque es la única forma que tenemos para enterarnos de algunas normativas, de poder evaluarlas, identificar parámetros y ver lo que está bien y lo que está mal. Gracias a esta herramienta es que la gran parte de las licitaciones de los proyectos a los cuales postulamos, los obtuvimos gracias a que tenemos un proceso sólido en lo que es la evaluación de requisitos legales”.

Según el fundador de Beeok, Cristián Bustos, “quienes utilizaron la plataforma lograron mejorar en un 40% el cumplimiento normativo luego de un año”. Y tal ha sido su éxito que en dos años de operaciones han logrado expandirse a países como Colombia y Perú. 

“El problema del cumplimiento legislativo lo tiene el alemán, el estadounidense, el peruano, el colombiano. Son normas que hay que cumplir porque son el contrato social que tenemos las personas y las empresas. Nos dimos cuenta de que teníamos la herramienta tecnológica para ser aplicada en cualquier lugar del mundo”, finaliza Bustos.