El mundo startup está cada vez más movido, vemos muchos founders e inversionistas activos pero también un nuevo invitado: Los corporativos. Obviamente invita a preguntarnos, ¿qué hacen los corporativos metiéndose en este mundo?. La respuesta es interesante, puesto que son players relativamente nuevos en Latinoamérica, pero juegan un papel crucial como catalizadores del crecimiento.

Las startups, enfrentando el desafío constante del acceso al capital, encuentran en los ventures corporativos, unos aliados inesperados. No solo inyectan financiamiento, sino también ventas, mercado, know how, guía y recursos. Por ende, su participación en el ecosistema no es simplemente monetaria, es más bien una asociación estratégica de aceleración.

A diferencia de los VC’s tradicionales, los corporativos incuban startups que les solucionan algo o que potencian su core business de alguna manera. Y como son grandes empresas, tienen grandes problemas, pero también presupuestos. Por ende, este tipo de alianzas ofrecen terreno fértil para crecer muy rápido, aprovechando los recursos financieros que ya existen. En otras palabras, más que vender, la tarea es demostrar que tu solución es convincente o mejor que la anterior. Además del acceso a espacios de prueba y a una gran base de clientes, brinda la posibilidad de convertirse en proveedores o socios comerciales de la organización, una ganancia doble para las startups.

Es un puente estratégico que conecta la agilidad y la innovación de las startups con la estabilidad y los recursos de las grandes empresas. Aunque los ventures corporativos carecen del atractivo «cool» de las rondas de financiamiento, su papel en el ecosistema startup no debe subestimarse. Su contribución va más allá del dinero, aportando experiencia y acceso estratégico, me gusta decir que es «smart money”. Son un puente que une dos mundos aparentemente dispares, desbloqueando un potencial sin explotar en el proceso.

La tendencia actual muestra que cada vez más empresas se dan cuenta del valor de las startups, dando lugar a la creación de ventures corporativos en el ecosistema emprendedor. Estas colaboraciones están destinadas a ser protagonistas en el futuro empresarial y ser un buen puente en el «recambio generacional» de empresas a startups, dando paso a más negocios innovadores.

En resumen, la incursión de corporativos en el mundo de las startups es una evolución natural. Esta alianza no solo es beneficiosa, sino esencial, desde algún punto de vista. En lugar de ver a los ventures corporativos como actores periféricos, creo que estarán cada vez más presentes y esta alianza pasará de ser inesperada a esperada.